La IAAF se inclina por Doha y Barcelona se queda sin Mundial

Odriozola arremete contra la decisión de sus colegas pero Trias opta por felicitar al ganador

La delegación catarí celebra la victoria, ayer en Montecarlo.

La delegación catarí celebra la victoria, ayer en Montecarlo.

JOAN CARLES ARMENGOL

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La historia se repite. Barcelona acudió de nuevo con una candidatura solvente a solicitar a la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) la organización de su máximo evento, los Mundiales que se celebran cada dos años, y el organismo internacional le dio con la puerta en la narices, como ya hizo hace siete años en Mombasa (Kenia). Entonces fue Moscú la que le cerró el pasó para el 2013 con una oferta de última hora a la IAAF de 30 millones de dólares, avalados por el banco VTB. Ayer fue la insaciable Catar la que utilizó la misma maniobra para cobrarse la pieza y llevarse los Mundiales del 2019 a su capital, Doha, con la promesa de una competición de ensueño y el aliciente de 37 millones de euros extras, en forma de patrocinio y derechos de televisión garantizados, para la IAAF.

La votación, en esas nuevas condiciones (la oferta extra no figuraba en el proyecto presentado en el plazo reglamentario, que finalizaba el pasado día 7), se decantó claramente por Doha, que ganó en la segunda ronda. En la primera obtuvo 12 votos, por 9 de la otra candidata, Eugene (EEUU), y solo 6 de Barcelona, que quedó eliminada de entrada. En la segunda, Doha se impuso por 15 a 12 y se convirtió en sede de la 17ª edición de los Mundiales, que sucederán a los de dos ciudades olímpicas: Pekín, en el 2015, y Londres, en el 2017.

DIATRIBA DE ODRIOZOLA

«Es un atraco para el atletismo mundial, así de claro lo digo y me da igual lo que piensen», explotó José María Odriozola, el presidente de la Federación Española de Atletismo. El caso, sin embargo, es que el veterano dirigente es el único español que forma parte del Consejo Directivo de la IAAF, el órgano que ayer votó a través de sus 27 integrantes.

Odriozola, como el miembro catarí y el de EEUU, se ausentó de la sala, en el Hotel Fairmont de Montecarlo, durante las deliberaciones previas a la votación, después de que las tres candidaturas expusieran por espacio de casi una hora su proyecto. Pero luego regresó para votar. Solo cinco de sus compañeros de junta atendieron a sus argumentos y a los de la delegación catalana y votaron a favor de Barcelona. Pobre botín para tanto viaje, cosa que Odriozola atribuyó casi exclusivamente a la oferta económica de última hora de la candidatura catarí.

«Ha ganado la peor candidatura, con mucha diferencia, en todos los sentidos», atacó el dirigente del atletismo español. «Lo único que tienen es dinero; entonces, aparentemente estamos ya al nivel del fútbol», añadió, en referencia al Mundial concedido por la FIFA para el 2022. «Catar ha ofrecido 37 millones de dólares extra fuera de plazo. Hemos dicho que era ilegal, pero poderoso caballero es don dinero. Es una mala jugada para el atletismo mundial. Estoy muy decepcionado y muy cabreado; no pienso ir a Catar», acabó.

«GANAR EN LA PRÓXIMA»

La reacción del resto de la delegación española fue, desde luego, mucho menos vehemente. Entre la resignación y el fair play, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, habló en términos muy diferentes. «Lo peor que se puede hacer cuando pierdes es pelearse con el que gana o ponerse a llorar. Lo que hay que hacer es felicitar a Doha e intentar ganar en la próxima ocasión», dijo Trias, que se ratificó en la intención de la ciudad de volverlo a intentar para el 2021. «Barcelona se mantendrá siempre en la parrilla de salida de los grandes eventos deportivo. No siempre que compites ganas, y hay que aceptar la derrota precisamente con deportividad cuando hablamos de deporte».

El presidente de la IAAF, el senegalés Lamine Diack, no albergó dudas sobre la legitimidad de Doha. «Está haciendo las cosas de la manera adecuada», dijo.