Homenaje al quinto Beatle

El Manchester United recuerda a George Best en el décimo aniversario de su muerte

George Best, en un partido con el Manchester United en 1969.

George Best, en un partido con el Manchester United en 1969. / MK TH TH**LON**

POL GUSTEMS / MANCHESTER

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"Georgie... Simply the Best!". Una pancarta con la imagen del icónico niño de Belfast adornaba Old Trafford en una noche diferente. En el minuto 7, tributo al dorsal que popularizó, el estadio se iluminó en una imagen preciosa, con los aficionados utilizando sus teléfonos móviles para honrar a George Best, fallecido hace una década. Los locales jugaban contra el PSV Eindhoven, pero el protagonista era otro, uno de los mejores futbolistas de la historia. Best perdió una larga batalla contra el alcoholismo a la edad de 59 años. Murió en el hospital Comwell de Londres el 25 de noviembre de 2005. En Manchester nadie le ha olvidado.

La ciudad recuerda de principio a fin la vida de una persona que fue algo más que un futbolista, símbolo de la juventud en la revolución de los años 60. El quinto Beatle. En el Museo Nacional del Fútbol, ubicado en el centro, se exponen las primeras cartas que enviaba a su madre cuando aterrizó con 15 años en la academia del Manchester United. También las notas que sacaba en la escuela, "sin esforzarse" en francés, "mejorando a ritmo lento" en el resto de asignaturas y con solamente un notable en educación física. En la entrada del recinto encontramos el último coche que condujo, un Mini de color negro con unas botas de miniatura colgadas del retrovisor. Sus Adidas Milano reales, también expuestas, reciben el mismo tratamiento que piezas arqueológicas, para poder conservarlas sin deteriorarse.

La Santísima Trinidad del United

El día de su muerte miles de aficionados 'red devils' homenajearon a Best con ofrendas florales junto a la valla principal de Old Trafford, la que mira a la tribuna principal del estadio. En ese mismo lugar se construyó en el  2008 una estatua de tres amigos que conquistaron el fútbol europeo. En el centro Denis Law, a su izquierda sir Bobby Charlton, con el balón bajo el brazo, y a su derecha George Best, en actitud reposada. La Santísima Trinidad del Manchester United.

Best jugó 474 partidos para el gigante inglés, anotando 181 goles. Su historia comenzó cuando el cazatalentos Bob Bishop le descubrió jugando para el Cregagh Boys Club. Inmediatamente mandó un telegrama al United con un escueto informe: "He encontrado a un genio". Fue el futbolista técnicamente mejor dotado de su época, rapidísimo en la conducción y extremadamente hábil en el regate. Best vivió mil historias que ahora se han convertido en cuentos populares. La mayoría canallescos.

Siempre querido, cercano pese a su estrellato, una vez se plantó al frente de la cola de un cine de Belfast y pagó la entrada a todo el personal. Pero las mejores anécdotas son de quienes le sufrieron en el terreno de juego. Como la del defensa del Northampton Rory Fairfax, que tras un partido de FA Cup explicó cómo le había ido la difícil tarea de marcarle: "El momento en el que he estado más cerca de Best ha sido al final del partido, cuando nos hemos dado la mano".