ESPECTACULAR REGRESO UN AÑO DESPUÉS

La «guindilla» de Adama

El extremo confiesa que el gol fue el colofón a la gran noche de su reaparición con el primer equipo

Adama se escapa de un defensa del Huesca.

Adama se escapa de un defensa del Huesca. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Cuatro minutos en el campo y un gol. Ante un rival de Segunda B, que llevaba seis encajados, más una hora y cuarto acumulada de correr y correr sin parar detrás de la pelota, sí, pero había que marcarlo. Había que zafarse del agarrón del defensa, de superar la entrada de otro, de colarse entre dos más y, finalmente, vencer la oposición de un portero que salía a la desesperada. Ni cinco futbolistas oscenses pudieron con la descomunal fuerza de Adama Traoré.

Dos apariciones de ocho minutos, consecutivas, los días 23 y 26 de noviembre del año pasado (ante el Granada en la Liga y en Amsterdam ante el Ajax) permitieron a Adama sacar la cabeza en el primer equipo. Un año y pico después regresó al Camp Nou, «feliz de volver a compartir vestuario» con los grandes «y aprender de ellos», gracias a la oportunidad que le dio Luis Enrique, como se la dio Tata Martino en el pasado, y el 0-4 de la ida que convertía el encuentro en un trámite. «El gol fue la guindilla de la noche», dijo ayer Adama, despertando las sonrisas de varios compañeros por no haber dicho guinda, como reza la expresión, por el colofón de una gran jornada.

Toca esperar

Igual Adama pretendía minimizar la importancia de ese gol. Sabe, por un lado, que su sitio está en el filial durante no se sabe cuánto tiempo antes de consolidarse en el Camp Nou. «Tiene nivel, sin duda, pero debe esperar», apuntó Luis Enrique, sin dar carrete a los elogios. O quizá Adama no quiso darse importancia en medio de un festival realizador en el que Pedro marcó tres y el de Sandro, que sí puso la guinda con el octavo, convirtiéndose en el primer jugador del Barça que ha marcado en las tres competiciones. «Es un honor», afirmó el extremo canario, que ha bajado del primer equipo al filial para seguir puliéndose. Como Adama. Como Munir, que sigue arriba, con los mayores, aunque no ha marcado un gol desde el 24 de agosto. «Superar la presión» es más difícil que batirse en campos malos de tierra confesó Munir.

Los tres estaban en la amplia nómina de jugadores que acudieron a un acto multitudinario de Adidas, junto a promesas como Rafinha, Halilovic, Ter Stegen y Douglas y futbolistas consagrados como Rakitic, Xavi y Alba, que descubrió que por las fiestas navideñas come «mucho y de todo» y que sale a correr de noche cuando siente que necesita hacer ejercicio. Rakitic, en cambio, echa de menos el salmorejo de Sevilla para comer, aunque ha descubierto la crema catalana, dijo.

«Mis referentes, de pequeño, fueron Ronaldo y Ronaldinho, aunque el referente de todo canterano es Messi, básicamente», explicó Adama, nacido en el barrio de La Florida de L'Hospitalet hace 18 años (cumplirá 19 el 25 de enero) de padres malienses. De los primeros tiene la potencia y del tercero la velocidad en el arranque y en la carrera (Adama es el más rápido del Barça). En noviembre amplió su contrato hasta el 2018, con lo que tiene mucho tiempo para pulir sus impactantes condiciones físicas que relucen del extremo. «Mi progresión se la debo a los técnicos, que me dicen lo que tengo que mejorar», reconoce Adama.