REFUERZO FRUSTRADO

Guardiola intentó fichar a Pirlo para el Barça en el 2010

El Milan no aceptó, según relata el hoy jugador de la Juventus en su autobiografía, 'Pienso, luego juego'

Andrea Pirlo celebra un gol de la Juventus en la Liga Europa

Andrea Pirlo celebra un gol de la Juventus en la Liga Europa / periodico

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"Somos ya muy fuertes. La verdad es que no podría pedir nada mejor, pero tú eres la guinda del pastel. Estamos buscando un centrocampista que se alterne con Xavi, Iniesta y Busquets, y ese eres tú. Tienes todos los atributos para jugar en el Barça y uno en particular: eres internacional". Con estas palabras Pep Guardiola intentó fichar al centrocampista Andrea Pirlo para el equipo azulgrana en el 2010, pero el Milan no aceptó, según relata el hoy jugador de la Juventus en su autobiografía.

La escena se produjo el 25 de agosto del 2010, después de un partido previo al trofeo Joan Gamper en el Camp Nou entre el Milan --donde jugaba entonces Pirlo-- y el Barcelona, detalla el italiano en 'Pienso, luego juego', que se ha puesto a la venta este martes. Guardiola aprovechó que todos los periodistas perseguían a Zlatan Ibrahimovic, que entonces se debatía si continuar o no en Can Barça, para invitarlo a su despacho.

Una oferta increíble

Allí, el técnico de Santpedor le esperaba "muy elegante" sentado en una butaca, con vino tinto en la mesa. "Te necesitamos, Andrea", le dijo Guardiola, que después de dos minutos de charla en un "perfecto" italiano, fue "directamente al grano". La conversación duró media hora y en ella el catalán trató de persuadir a Pirlo para que fichara por el Barcelona, aunque le confesó que su club ya había iniciado negociaciones con el Milan y no parecía dispuesto a vender al centrocampista.

"Tienes que venir aquí, Andrea. Siempre te he querido como jugador. Quiero entrenarte", dijo Guardiola a un sorprendido Pirlo, que nunca había imaginado que eso pudiera ocurrir. Se sentía "afortunado" por estar hablando con "el entrenador más envidiado del mundo". "Como con el Madrid (o en realidad, más incluso que con el Madrid), me habría arrastrado a cuatro patas hasta el Barcelona. En ese momento, era el mejor equipo del mundo, ¿qué más puedo decir?. Su estilo de fútbol no se había visto en mucho tiempo", narra el centrocampista.

A su juicio, el Barcelona funcionaba con "la filosofía básica de que 'el balón es nuestro y vamos a mantenerlo', mezclada con una comprensión intuitiva y un movimiento tan impresionante que parecía orquestado por el mismo Dios. Un Rolex con la batería de un Swatch. De máxima calidad, extremadamente duradero".