El Grand National busca nuevo héroe

La mítica carrera, en su edición 169º, intenta recuperar la épica que se le niega desde hace un puñado de años

Un jinete se ejercita con su caballo en el hipódromo de Aintree, en Liverpool, preparando el Grand National.

Un jinete se ejercita con su caballo en el hipódromo de Aintree, en Liverpool, preparando el Grand National. / periodico

JOSÉ I. CASTELLÓ / BARCELONA

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Enjutos, frágiles, diminutos y esqueléticos. Así son cada uno de los 40 aspirantes a héroes que este sábado (18.15 h) afrontarán los 30 obstáculos de la 169ª edición del Grand National de Aintree (Liverpool), la legendaria carrera hípica que intenta recuperar su épica de siempre y que desde hace unos años se le niega.

La razón de la búsqueda de un héroe es que la prueba ya no es lo espectacular que era. Desde que en el 2011 murieron tres caballos en una de las más accidentadas ediciones que se recuerdan, la British Horseracing Authority (BHA) decidió suavizar el recorrido por las presiones de las sociedades protectoras de animales, movilizadas para prohibir definitivamente la carrera.

OBSTÁCULOS ARTIFICIALES

Se introdujeron cambios para evitar el dramatismo que ha engrandecido la célebre carrera. Incluso con ligeras artimañas. “Las vallas se siguen montando solo para la prueba, pero ahora disponemos de réplicas para que los caballos entrenen  y no se ven sorprendidos”, ha dicho Andrew Tulloch, director del Grand National.

Estas bestiales paredes de abedul natural han reducido su altura y se han convertido actualmente en saltos de un material de plástico más fácil de superar. Los participantes, además, afrontan la primera valla a tan solo 100 metros de la salida para que no alcancen mucha velocidad y acaben con sus huesos en tierra.

A pesar de aumentar la seguridad estos últimos años, la carrera sigue desbordando pasión dentro y fuera del hipódromo. Llena las 70.000 localidades del recinto, coloca frente al televisor a 600 millones de espectadores en todo el mundo, mueve 200 millones de euros en apuestas y reparte una bolsa de 1,2 millones de euros.

UNA CARRERA MUY ABIERTA

La edición de este año se presenta muy abierta. Tiene como favorito a Many Clouds, el ganador de la pasada edición y que, si dobla victoria, podría acariciar la hazaña de Red Rum, el único vencedor en tres ocasiones. Además, su jockey, Leighton Aspell, pasaría a ser una leyenda al convertirse en el único jinete en encadenar tres triunfos consecutivos. “No sé qué sucederá, pero el Grand National ya ha cambiado mi vida”, ha declarado.  

Aspell , como sus compañeros, sabe que si quiere ganar deberá galopar 7 kilómetros de distancia, saltar 30 obstáculos —algunos muy duros como el Bechers Brook (1,90 m de altura), la Vuelta al Canal o la Silla—, estar en plena forma y, por si no fuera ya bastante, suerte, mucha suerte. Solo así conseguirá ser un héroe.