Girona y las historias de los catalanes en Primera

Barça, Espanyol, Europa, Nàstic, Lleida, Condal y Sabadell son los predecesores del recién ascendido, el 61º club que alcanza la máxima categoría

El Condal de la temporada 1956-57, el único filial que ha compartido división con su matriz, el Barça.

El Condal de la temporada 1956-57, el único filial que ha compartido división con su matriz, el Barça. / periodico

FREDERIC PORTA / BARCELONA

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El Girona se ha convertido en el octavo club catalán que alcanza la Primera División en los 89 años de historia de la Liga. En total y hasta la fecha, 61 equipos han sido los afortunados en toda España, aun cuando algunas instituciones hayan ya desaparecido y otras resucitaran tras su liquidación por crisis económicas.

En el recuento, realizado de manera lineal a su presencia en la mejor escena, le precedieron el Barça -ganador de la primera edición en el ya lejano 1928-29-, EspanyolEuropaGimnàstic de Tarragona, Lleida, Condal y Sabadell. El recorrido de las dos superpotencias es ya suficientemente conocido. Azulgranas y blanquiazules estrenaron la competición junto al Europa de Gràcia, que se mantuvo entre la élite durante tres campañas liderado por su goleador, el legendario Manuel Cros, y otros iconos como Alcoriza Gámiz. Desde 1931 no volvió a repetir suerte.

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El Nàstic suma cuatro temporadas en dos épocas alejadas en el tiempo. Gracias a su entonces prócer Agustí Pujol, el desaparecido campo de la Avinguda de Catalunya se codeó con los mejores en tiempos de posguerra, entre el 47 y el 50, capitaneado por viejas glorias aún recordadas en Tarragona como Peralta, Taltavull, Camilo Roig o Andreu Català y el refuerzo de veteranos provenientes de Les Corts, tipo Balmanya, Babot, Bravo o el goleador Mariano Martín.

LA BRONCA DE BENITO FLORO

Tal como descendieron los de Tarraco, ascendieron brevemente los representantes del Lleida en el ejercicio 50-51, estreno poco afortunado que contrasta con la segunda, y última, sesión entre los grandes, la vivida en el 93-94, todavía fresca en la memoria colectiva. Aunque descendieron, los de la Unió Esportiva se permitieron el lujo de ganar en el Camp Nou al 'Dream Team' por 0-1, con gol tardío de Jaime Quesada. Además, el Camp d'Esports fue escenario de aquella monumental bronca de Benito Floro, entonces entrenador del Real Madrid, a sus discípulos derrotados ("¡con el pito nos los follamos!"), captada en toda su intensidad por las cámaras de Canal +. Segunda y hasta hoy última experiencia con un 'once' dirigido por José Manuel Esnal, 'Mané', y con futbolistas aún presentes para el buen aficionado, tipo Ravnic, Txema, Rubio, Milinkovic o un ya veterano Urbano Ortega.

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El caso del Condal merece punto y aparte. Hasta hoy y para siempre, ha sido el único filial que compartió división con su mentor durante el curso 56-57. Cuatro años antes, su predecesor, España Industrial, consiguió también el ascenso, pero fue vetado por su condición, obstáculo salvado por el Condal una vez aprendida la experiencia y aguzado el ingenio. Por un tiempo voló libre como ente autónomo y la Federación tragó con la componenda. Con extremo impensable incluido al empatar a un gol con su hermano mayor en Les Corts cuando todo el mundo le imaginaba entregando una victoria fácil al 'once' entonces entrenado por Mingo Balmanya. En la segunda vuelta, por supuesto en el mismo escenario, se llevó una reprimenda saldada con un claro 5-0 adverso.

LA FUERZA DEL TEXTIL

A mediados de los 60 irrumpió en escena, apoyado en el potente talonario del sector textil del Vallès, un Sabadell que acumula 14 temporadas en total, cifra respetable que despierta envidia de sus vecinos más modestos, muy limitados en duración. En rápido repaso, 4 campañas totales del Nàstic, 3 del Europa, 2 del Lleida, una del Condal y pare el lector de contar.

Aquel 'once' arlequinado que presidía Ricard Rosón se especializó en repescar veteranos de grandes equipos, fueran el Barça, Espanyol. Madrid, Valencia u otros, para navegar con cierto éxito y relevancia por la división de honor, llegando incluso a situarse en cuarta posición de la clasificación final y disputar la primera ronda de la entonces Copa de Ferias ante el Brujas.

En cuanto a palmarés y presencia continuada, es difícil disputar a los de la Nova Creu Alta la condición de tercer equipo catalán, aunque cumplan ya tres décadas desde su última aparición entre los grandes. Ahora, le toca el turno a una novedad, el Girona. Otras entidades alcanzaron el segundo nivel, pero se quedaron con las ganas de subir al último escalón y aquí la relación se amplía con otras nueve zamarras y aficiones de Segunda División: Badalona, L'Hospitalet, Terrassa, Sant Andreu, Mollerussa, Reus, Palamós, Llagostera y Figueres.