FÚTBOL INTERNACIONAL

Ghana alcanza la final de la Copa de África entre incidentes (3-0)

El partido tuvo que ser detenido hasta en dos ocasiones por el lanzamiento de objetos

Un helicóptero de la Policía sobrevuela el estadio de Malabo entre una lluvia de objetos

Un helicóptero de la Policía sobrevuela el estadio de Malabo entre una lluvia de objetos / periodico

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Ghana será el rival de Costa de Marfil en la final de una Copa de África que comenzó con polémica y que continúa acumulando incidentes. Pocos días antes de su inicio, Marruecos, que había sido elegida sede de la presente edición, fue expulsada de la misma al reiterar su deseo de posponer el torneo por temor a la epidemia del ébola. Con la decisión de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) y con el temor del ébola aún merodeando, dio comienzo el pasado 17 de enero un torneo que finalmente ha organizado Guinea Ecuatorial.

Costa de Marfil y Ghana serán los dos países que se jugarán el trofeo el próximo 8 de febrero en el estadio de Bata, en la ciudad que lleva su nombre. Precisamente, la segunda semifinal que daba a conocer el rival de los marfileses ha sido uno de los más destacados de esta Copa de África, no así por su fútbol sino por los incidentes ocurridos que obligaron a detener el encuentro hasta en dos ocasiones. Lo que debía de haber sido para Guinea Ecuatorial uno de los partidos más importantes y con el que alcanzar la final como anfitriona, se convirtió en algo que muchos ya han bautizado como ‘la vergüenza de Malabo’. Dos goles de Ghana, uno de ellos de penalti, en cuatro minutos antes del descanso sentenciaron a una Guinea Ecuatorial y provocaron que los locales respondieran con el lanzamiento de objetos desde la grada.

Tras la reanudación del encuentro y poco después de la primera interrupción del partido, llegaría el tercer y decisivo gol de Ghana, obra de Andrew Ayew. Esto no hizo más que encender la pólvora y provocar la desbandada de unos 200 aficionados de Ghana que se vieron obligados a saltar al campo por temor a ser agredidos por los locales entre una lluvia de objetos. La policía desbordada, un helicóptero que sobrevolaba el estadio a pocos metros del césped y el árbitro a punto de ser agredido, obligaron a detener el encuentro 40 minutos. Finalmente se jugó un desenlace de partido absurdo e innecesario, ya que se disputaron únicamente tres minutos de los ocho que restaban para su conclusión. Ghana estaba en la final y Guinea Ecuatorial se vio desbordada en lo futbolístico y fuera del terreno de juego.

Después de lo ocurrido el pasado jueves en Malabo, la Confederación Africana de Fútbol se plantea celebrar el partido por el tercer puesto, entre Guinea Ecuatorial y la República Democrática del Congo, a puerta cerrada para evitar nuevos incidentes.