Rafa Jofresa y Andrés Jiménez conversan para este diario sobre el derbi

«La gente es demasiado exigente con el Barça»

<b>El FIATC Joventut y el Barça Regal </b>dirimen mañana en Badalona (12.30, Esport 3) el clásico del básquet catalán, al que los azulgranas llegan como líderes de la Liga y los verdinegros en la zona baja. Dos exjugadores, dos leyendas, con pasado en ambos clubs, Rafa Jofresa y Andrés Jiménez, conversan para este diario sobre el derbi, la rivalidad y el baloncesto en general.

LUIS MENDIOLA

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RAFA JOFRESA

: Para mí, Andrés, estamos ante un partido desequilibrado. No veo nada que no sea una victoria clara del Barça¿ Todo lo que no sea así, tendrá mérito para la Penya, que ha tenido muchos problemas con los lesionados y la gente nueva. El Barça está hoy en día un peldaño por encima, aunque el Joventut ha hecho partidos completos como el del Madrid y eso da pie a mantener la esperanza de que se pueda ganar.

ANDRÉS JIMÉNEZ: Sí, Rafa, pero en este tipo de partidos, el débil, como en este caso podría ser la Penya, juega sin presión, no tiene nada que perder y puede dar el susto.

R. J. :Siempre han tenido una connotación especial los Penya-Barça, aunque no hubiera equilibrio en ese momento. Son equipos de ciudades muy próximas, hay una gran rivalidad, una historia detrás, entre los jugadores y en el entorno. Y yo creo incluso que esa rivalidad se nota más cuando se juega en Badalona.

A. J. : Yo no lo veo así. Para mí ha cambiado un poco si lo comparamos a cuando tú estabas en la Penya y yo vivía mis primeros años en el Barça. Entonces, la rivalidad era fuerte, aunque en el sentido positivo. Yo la añoro. Recuerdo los derbis con mucha pasión. Los partidos tenían mucha miga y daban juego toda la semana previa.

R. J. :En mi opinión, eso tiene dos explicaciones: antes, los equipos estaban más igualados. Y, además, no existía tanta extranjerización en las plantillas y eso hacía que los jugadores estuviéramos más integrados en lo que suponía el Barça-Joventut. Por mucho que intentes explicar a los extranjeros lo que significa este partido, no es lo mismo que si hay 7 u 8 de la cantera, que siempre se identificarán mucho más con los colores.

A. J. : Eso está claro, había más identificación. En nuestra época, si pedías a un aficionado que te dijera tres o cuatro nombres de jugadores del Barça y la Penya, los decía seguro. Ahora, tengo mis dudas.

R. J. : No solo existía la trascendencia del club contra club, sino la de quién era el mejor base, el mejor pívot, con el aliciente de la selección. Además, venían jugadores como Audie Norris o Corny Thompson, que perduraban en el tiempo y se empapaban de lo que representaba cada club. En el Joventut, cada año cambian siete jugadores. No sé qué puedes explicar a Williams o a Pooh Jeter de la rivalidad...

A. J. :En nuestra época, los jugadores españoles hacían que quienes venían de fuera se integraran mejor. Ahora, en líneas generales, el jugador sabe que esto es circunstancial. Que jugará un año y al siguiente será en Italia o en otro sitio. Esa mayor identificación del jugador trascendía también al público. Ahora la gente no la ve. Va al campo, ve un buen espectáculo, pero no conecta.

R. J. : Yo creo que eso se puede cambiar. Por ejemplo, con anotaciones más altas. El baloncesto es un deporte de anotar puntos. Es lo que a la gente le gusta. La gente va a ver a Messi porque marca goles y quiere que Navarro anote 30 puntos. Antes había más jugadores que anotaban más porque el reglamento lo permitía y también el arbitraje. La afición quiere ídolos, que hacen que la gente se identifique con los clubs.

A. J. : Existe ahora una corriente en la que se le echa la culpa al entrenador. Pero para mí, la principal misión del entrenador es ganar. Y si además da espectáculo, es la leche. La clave está en el reglamento. Si prima el juego defensivo, se tiene que suavizar. No hay que parar el juego, tiene que haber más contrataques, ser más ágil, más dinámico.

R. J. : A nivel deportivo está claro que el Joventut llega a este derbi sin estar donde todo el mundo presuponía cuando empezó la Liga. Si hay un proyecto a medio o largo plazo, puedes hipotecar tus resultados porque en tres o cuatro años puedes consolidar un grupo de jugadores de la casa. Pero todo eso, ahora mismo, no está pasando. Y además, la Penya ha tenido problemas graves de lesiones como las de Pere Tomás y Norel, que han retrasado la puesta a punto del equipo. Este año han llegado seis o siete jugadores nuevos y también un entrenador. Está claro que cuesta ensamblar un bloque con tanta gente nueva.

A. J. : En el caso del Barça, yo creo que la gente está siendo demasiado exigente con el equipo. Más que exigente, que sí hay que serlo, impaciente. Pero hay que tener tranquilidad. En los últimos partidos había nerviosismo y es difícil estar siempre bien, alternando competiciones. Pero en la Euroliga están fantásticos, igual que en la ACB. Para mí hay mejor equipo que el año pasado. En la Euroliga será complicado porque está el CSKA, pero este Barça puede ganar la Liga.