De Gea se refugia en la selección

Del Bosque y los internacionales arropan al portero, que se toma unos días de respiro antes de plantearse su futuro

Casillas y De Gea, ayer en la ciudad deportiva de Las Rozas, en Madrid.

Casillas y De Gea, ayer en la ciudad deportiva de Las Rozas, en Madrid.

CARLOS F. MARCOTE / MADRID

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Vicente del Bosque no se le pasó por la cabeza ofrecer a David de Gea la posibilidad de quedarse en casa con el fin de que pudiera asimilar mejor la tremenda decepción de haberse quedado compuesto y sin la portería del Madrid después de la farsa protagonizada el lunes por el club blanco y el Manchester United. El portero toledano no hubiese aceptado tal propuesta porque, en estas circunstancias, es el primero en pensar que la concentración con la selección para los partidos contra Eslovaquia y Macedonia es donde mejor puede empezar a pasar página para plantearse más adelante un futuro que no tiene nada claro en estos momentos. Incluso su superagente, Jorge Mendes, ha optado por dejarle en paz estos días mientras analiza cuál es la mejor salida para su representado de aquí a nueve meses.

De Gea no quiere oír hablar en estos momentos de la probable oferta de renovación que el United está dispuesto a plantearle de forma inmediata después de que, en su escrito de contestación al Madrid, la entidad británica se mostrara encantada de que siga siendo jugador suyo. Tampoco de la posibilidad de una renovada ofensiva madridista para no dejarle escapar al término de su contrato, el próximo 30 de junio, con una superoferta que le convertiría en el tercer futbolista mejor pagado de la plantilla blanca, además de una importantísima prima de traspaso que añadir a la millonaria indemización que ya va a percibir por no haber sido fichado. Esto, por otro lado, sería la mejor manera de que el guardameta no concluya que, como se sospecha, todo ha sido una maniobra sibilina del presidente madridista para no realizar una operación que podía resultar muy impopular entre la afición blanca.

PROFESIONALIDAD

En la ciudad deportiva de la federación, en Las Rozas, se encontró con su compañero, amigo y confidente, Juan Mata. Ayer por la mañana, en el primer entrenamiento a las órdenes de Del Bosque se le vio dialogar relajado con Iker Casillas, a quien no debe de extrañarle nada de lo que pueda acusarse a Florentino Pérez, y con Sergio Ramos, otro que tampoco se irá de vacaciones con el máximo dirigente del Madrid, pese a haberle sacado una gran mejora de su contrato, con la ayuda del United casualmente.

«Le veo como siempre, tranquilo. Tiene una personalidad tanquila y calmada. Han sido días ajetreados para él, es mi amigo y estoy a su lado para todo. Ahora está centrado en estos dos partidos de la selección. Le viene muy bien estar aquí y va a ser tan profesional como ha sido toda su carrera. Su personalidad le puede beneficiar. Hasta en momentos de máxima presión y estrés suele rendir muy bien», dijo Mata en rueda de prensa, mientras que el seleccionador desveló que no ha considerado necesario hacer un aparte con De Gea para darle su apoyo. «Hay que esperar que pueda jugar en el Manchester United, que esté activo y podamos contar con él en sucesivas convocatorias», declaró Del Bosque en Onda Cero y algo más tarde agregó en la COPE que espera que «juegue y sea feliz, pero si no juega, tiene muy difícil venir».