Ganar por obligación

Luis Enrique, en un momento del entrenamiento de ayer del Barça.

Luis Enrique, en un momento del entrenamiento de ayer del Barça.

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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otro partido caminando sobre el alambre. Sin margen de error. Con la inquietud a cuestas después de que durante muchas semanas se anunciara el triunfo del Barça. «Siempre dije que no estaba hecho», recordó Luis Enrique, remitiéndose a la incertidumbre que nubla la cabeza de la tabla, con tres equipos separados por un punto. «Tenemos la obligación de ganar, hagan lo que hagan los demás», sentenció el entrenador en la víspera de la visita a un Betis salvado.

Tres jornadas para el final y las especulaciones sobre el campeón, los participantes en la Champions, en la Europa League y los condenados al descenso se mezclan con los rumores del trasiego de dinero entre los equipos para facilitar la consecución de sus particulares objetivos. Los llamados maletines cargados de euros con que los jugadores se motivan y motivan a los demás. Un mito real como la vida misma.

LAS PRIMAS A TERCEROS / «Vivo en un mundo de ingenuidad y fantasía. No he visto maletines ni espero verlos», dijo Luis Enrique, manifestándose desconocedor de una práctica que reaparece anualmente con el ocaso del calendario. La cita ante un Betis que no se juega nada, salvado y sin opciones de llegar a Europa, representaría un ejemplo de las primas a terceros. Podría ser que los jugadores verdiblancos tuvieran un aliciente del Madrid y el Atlético para que vencieran al Barça. O que se lo ofrecieran a los del Málaga y el Las Palmas (se enfrentan al Levante y el Granada) los clubs involucrados en la lucha por evitar el descenso.

«Las circunstancias de los demás no cambian la obligación que tenemos nosotros de ganar», dijo Luis Enrique sobre la antepenúltima jornada, en la que el Barça visita el Villamarín, el Real Madrid viaja a Anoeta, y el Atlético recibe al Rayo. El equipo sabrá los resultados ajenos antes de jugar. Tampoco eso variará el planteamiento general del equipo, aseguró su máximo responsable.

MÁS DESCANSO Y MÁS TRABAJO / La eliminación de la Champions ha permitido al Barça variar la programación habitual, aumentando el descanso (la plantilla disfrutó de dos días libres)  y la carga de entrenamientos. Luis Enrique habría preferido disputar las semifinales, pero encontró la vertiente positiva en poder preparar mejor los partidos. «LLegamos en muy buen momento», repitió. Una frase que mencionó antes de que el Barça entrara en el túnel del terror de abril con cuatro derrotas en cinco encuentros. «Yo no lo llamaría crisis, no sé cómo lo llamaría, pero no crisis; fueron partidos en los que nos faltó fluidez y  fortuna», analizó el técnico, casi convencido -«no lo puedo asegurar»- de que no se repetirá el bajón. La cuota de sufrimiento incorporada implica que el título «dignificará aún más al campeón por haber aguantado la presión».

CASO OMISO A LOS DEMÁS / Aferrado la idea de que el Barça solo se cuida de sí mismo, sin atender a los demás, Luis Enrique entiende que la valoración de la temporada con un doblete no variaría si el Madrid o el Atlético conquistan la Champions. «El listón estaba muy alto», apuntó, aludiendo al triplete del año pasado.

«Yo habría preferido un Barça campeón de Liga y cansado de jugar las semifinales de la Champions», confesó Juan Merino, el entrenador del Betis. Con o sin dinero de por medio, el equipo está ya motivado por batir al Barça. Los verdiblancos necesitan reparar la mala imagen dejada en la derrota del derbi sevillano, «el partido más importante del año», dijo Merino. El presidente acusó al grupo de indolencia y la hinchada anda de uñas con un equipo que no ha cumplido con las expectativas.