El fútbol catalán se planta ante el acoso fiscal a los clubs modestos

La federación suspende los partidos de este fin de semana y anuncia otros parones

Tibau (Generalitat), Subies (catalana de fútbol) y Esteva (federaciones deportivas), en el acto de ayer.

Tibau (Generalitat), Subies (catalana de fútbol) y Esteva (federaciones deportivas), en el acto de ayer. / periodico

JOAN CARLES ARMENGOL / BARCELONA

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El fútbol catalán se parará este fin de semana. No se jugará ni un partido de Tercera División hacia abajo, incluidos los de fútbol sala. Los clubs modestos de Catalunya ya no pueden soportar más las actuaciones en el ámbito fiscal y de la Seguridad Social que el Gobierno español está aplicando, y la federación catalana decidió ayer plantarse.

La suspensión de la jornada es la primera medida para presionar ante una política que puede acabar por liquidar a buena parte de los clubs, que sobreviven gracias al trabajo altruista de dirigentes y voluntariado. El paro tendrá continuidad con otras acciones reivindicativas, como parones de un minuto al inicio de cada partido hasta el mes de junio. «O se hace ahora o nunca», aseguró ayer Andreu Subies, presidente de la Federación Catalana de Fútbol (FCF).

«PERSECUCIÓN» / Subies estuvo ayer escoltado, en el momento de anunciar la suspensión de la jornada, por el secretario general del Esport, Ivan Tibau, y por el presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC), Gerard Esteva. La acumulación de medidas contrarias a los equipos modestos, impulsado por el Gobierno de Mariano Rajoy -que pretende tratar cualquier relación entre clubs y monitores, entrenadores o voluntarios como relación laboral-, ha sido el detonante de un malestar creciente en el deporte catalán hacia lo que consideran una «persecución y falta de sensibilidad y soluciones sobre los problemas que siguen afectando y preocupando el futuro y las garantías de nuestro deporte», según dice el comunicado oficial emitido ayer por la FCF.

El Gobierno español aprobó el año pasado una nueva normativa en materia de fiscalidad que incluye que los monitores y entrenadores deportivos estén inscritos en la Seguridad Social y tributen a Hacienda, y una ley de transparencia para cualquier entidad que reciba dinero del Estado. Además, ha emprendido una inspección masiva de las entidades sin ánimo de lucro del deporte base. Subies desveló ayer que 10 clubs catalanes de Segunda B y Tercera han sufrido ya inspecciones fiscales. La federación catalana organiza cada semana unos 5.000 partidos de fútbol y fútbol sala.

El parón del fútbol catalán, al que podrían unirse en próximas semanas otras modalidades, persigue un régimen especial para el mundo del deporte y que se revise toda la normativa relativa a la Seguridad Social, la licencia única (recentralizadora y recaudatoria), la ley de transparencia fiscal, la del impuesto de sociedades y la de modificación del IVA (el deporte cotiza al 21%).

PELIGRO DE DESAPARICIÓN / La aplicación de estas normativas y de las medidas fiscales tendría un efecto catastrófico sobre los clubs. «En Catalunya hay 14.000 entidades deportivas, de las cuales un 50% corre peligro de desaparición si esto sigue adelante», asegura Gerard Esteva, que ha convocado una reunión para el próximo día 19 para trazar «una hoja de ruta» conjunta de todas las federaciones.

El PSOE, por otra parte, defenderá hoy en el Congreso una proposición no de ley en apoyo de los clubs y para parar la ofensiva del Gobierno contra el deporte de base.