Fundidos en Nueva York

Cuando Jack Sock se marchó el jueves de Grandstand, iba tan exhausto en una silla de ruedas que no pudo ni levantar el brazo para responder al saludo de Ruben Bemelmans, el belga al que iba ganando dos sets a uno pero que se llevó el partido cuando el estadounidense se vio forzado a retirarse, literalmente fundido, con el cuerpo rendido ante calambres y la deshidratación. El calor y la humedad, tradicionales en los finales de agosto en Nueva York, demostraban una vez más su especial impacto este año.

Con Sock eran 11 los tenistas que habían abandonado el cuadro masculino desde que empezó el Abierto de Estados Unidos, que solo en la primera jornada batió el record de retiradas en un grande (con 10 de hombres y dos de mujeres). Horas después se sumaba a la lista, en su caso por lesión, el uzbeko Denis Istomin, y se marcaba también otro récord en el tenis masculino en un Grand Slam. Y aún quedan por delante 10 días de competición.

Aunque varios de los abandonos no han estado relacionados con las temperaturas, que todos los días han llegado a superar los 30 grados y se han combinado con humedad por momentos asfixiante, las retiradas han puesto el foco en el efecto del calor en los tenistas. Entre los grandes, solo hay parámetros para frenar el juego ante el ascenso del mercurio en el Abierto de Australia (el de Estados Unidos solo tiene medidas de protección para juniors y paralíticos).

Stan Wawrinka ha vuelto a plantear el debate sobe la diferencia de reglas para hombres y mujeres. En el caso de ellas, la WTA permite un descanso de 10 minutos entre el segundo y el tercer set cuando se pasan los 30 grados (el jueves en Flushing Meadows entró en vigor sobre la de tarde). «¿Por qué las mujeres tienen esos 10 minutos si es peligroso y nosotros no tenemos nada cuando jugamos a cinco sets? Esa es la pregunta», según el suizo.

Su compatriota Roger Federer, no obstante, cree que se está exagerando y pone el foco en los propios jugadores.  «Llevamos tiempo en Estados Unidos. No es que haya aparecido el calor de repente. Es algo más caliente (este año), pero , siendo honestos, no imposible -decía el jueves-. No hay excusa. Creo que todo el mundo debería estar bien preparado, tan en forma que el calor realmente no importe».

OTRA POLÉMICA

Las retiradas, no por calor sino por las lesiones, han alimentado otro debate: el de quienes empiezan el torneo -aun sin estar en condiciones-, y cobran los 39.500 dólares que se lleva el perdedor en primera ronda tras disputar solo unos juegos. Tenistas como Feliciano López lo denuncian como «una vergüenza» pero Rafael Nadal ha roto una lanza a su favor. «Al margen de los de arriba del todo, para muchos esto es su sueldo. Trabajan todo el año para poder estar aquí y se han ganado el derecho. ¿Qué haría la gente que tiene un sueldo normal si se le pusiera esto delante?".