SÉPTIMA ETAPA DE la ronda española

Froome ya es una amenaza

El británico, que se cayó, sorprende al resto de estrellas y araña dos segundos

Froome, con la herida que sufrió ayer en una caída.

Froome, con la herida que sufrió ayer en una caída.

SERGI
LÓPEZ-EGEA

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Por dos segundos difícilmente se ganará la Vuelta 2014, pero ese tiempo, seguramente insignificante cara a la general final, es ahora una prueba de valor, un sello de identidad, una muestra de que un corredor llamado Chris Froome, que ataca al resto de favoritos en el último suspiro de la etapa y los sorprende, ya es una amenaza y que está en la ronda española para buscar la victoria por la que pretendía pelear en el Tour antes de que una caída lo mandara para su casa de Mónaco en la quinta etapa.

Ayer, la prueba se despidió de Andalucía (hoy se llega a Albacete) con pocas diferencias en la general pero ya con varias ideas claras. La que escenificó ayer Froome en Alcaudete, una población de Jaén, que quiso entrar en la historia de la carrera al organizar una llegada en la que no faltó ni un alma del pueblo, y la que muestra cada día Alberto Contador, posiblemente, hoy por hoy, y con permiso de la pareja del Movistar (Alejandro Valverde, jersey rojo, y Nairo Quintana, el aspirante) y Purito Rodríguez, los más firmes candidatos al triunfo final. Ya no valen las historias de rodillas, ni las dudas que podría haber tenido el ciclista británico. Ambos están metidos en el escenario de la Vuelta y no para ser precisamente intérpretes de reparto. Ellos quieren el Goya al mejor actor  con lo que el resto lo va a tener difícil y complicado.

Véase lo que ocurrió ayer en el alto de Íllora.  Apenas se llevaban 40 kilómetros de etapa cuando se formó un corte que no fructificó. Y en ese corte se coló Quintana. Contador lo vio. «Y ataqué en el pelotón porque había que neutralizarlo». También se percató Froome, que saltó a rueda de Contador. Fue entonces cuando llegó una curva. «La tomé muy fuerte, tuve que frenar más de la cuenta y salvé la caída por poco». Froome, sin embargo, entró en el viraje más rápido que el madrileño y se estampó contra el suelo. Él se llevó unos rasguños, pero su bici se averió. Rabia, enojo y a anotar en la cabeza los datos de la llegada de Alcaudete, ya que había un primer paso por meta, antes de un rodeo de 56 kilómetros por territorio de olivos, de aceituneros altivos.

EL RELATO DE CONTADOR / Contador relató lo ocurrido, ya en la meta, después de comprobar que Froome había arañado dos segundos y se había situado a tan solo dos de su tercera posición en la general. «Froome nos sorprendió. Demarró poco antes del arco de meta. Valverde saltó a por él y yo me puse a rueda, confiado en que evitaría que Froome nos quitase tiempo. Pero Valverde no cerró el hueco y nos han picado segundos».

Froome es un peligro porque precisa una gran victoria este año, en el que las caídas de verano le han privado de exhibirse como le habría gustado. Su situación es similar a la de Contador. Ambos necesitan aprobar en septiembre las asignaturas de julio para mayor honra de la Vuelta. El Movistar, por su parte, controló la situación para Valverde, con Quintana rodando con libertad, por si pillaba un corte y burlaba al resto, en el primer día en el que una fuga se convirtió en realidad con el triunfo del italiano Alessandro de Marchi.