Font prefiere madurar su proyecto

Tiene claro lo que necesita el Barça, pero no cuenta con el tiempo necesario para «presentar a los socios un proyecto para gobernar el club». Por este motivo, el empresario Víctor Font (Granollers, 12-8-1972 y socio número 78.052) anunció ayer que pospone su aspiración a presidir el club azulgrana hasta la próxima convocatoria de elecciones, una nueva cita con las urnas que, si no hay sobresaltos, se dará en el 2021.

La decisión de Font, sin embargo, no le impide empezar a trabajar ya pensando en el futuro del Barça. Por eso pone en marcha una comisión de trabajo que en los próximos años se convertirá en una especie de oposición en la sombra con un ánimo completamente constructivo. Y es que este empresario catalán tiene claro que el club necesita «un proyecto poco convencional» para afrontar las próximas décadas. «Creo que existe el riesgo real de que el club, dentro de unos años, no esté compitiendo a nivel mundial», vaticina Font, quien en el 2010 estuvo en la candidatura de Marc Ingla.

MODELO MULTINACIONAL / El motivo de ese temor radica, según Font, en el anquilosamiento del modelo de explotación del club. Y en este sentido, asegura que no puede ser que haya casi 90 empresas catalanas «que facturen más que el Barça». Señal que las cosas no se hacen correctamente, a su entender. «Si tenemos 400 millones de seguidores y solo facturamos 500 millones, solo estamos vendiendo algo más de un euro a cada uno. Puede ser mucho más. El Barça tendría que alcanzar una facturación en poco tiempo cercana a los 1.000 millones», sentencia, y propone, entre otras cosas, que la entidad se convierta «en una especie de multinacional que venda directamente productos y servicios» a sus clientes, como cualquier otra empresa.

Font también considera que los estatutos y la ley del deporte limitan la irrupción de nuevos y jóvenes talentos en el club debido a la losa de los avales para presentarse a una candidatura, lo que reduce esta posibilidad a socios muy acaudalados. «Hemos de encontrar la forma de modificar el requerimiento de los avales», dice Font, que negó que el hecho de no presentarse no se debe al temor de no conseguir las 2.500 firmas necesarias. Solo quiere más tiempo para mejorar su proyecto.