SENTENCIA

El fiscal solicita que Messi no entre en la cárcel a cambio de pagar una multa

El jugador del Barça fue condenado a 21 meses de prisión por defraudar a Hacienda

Messi, con su hijo Thiago, en la celebración de un título del Barça

Messi, con su hijo Thiago, en la celebración de un título del Barça / periodico

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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La pesadilla judicial, y con ella el fantasma de ir a prisión, toca a su fin. La Fiscalía ha solicitado a la Audiencia de Barcelona que sustituya por una multa de 504.000 euros la pena de 21 meses de prisión impuesta a Leo Messi por defraudar a Hacienda. Con el pago de esta cantidad, el jugador del Barça evitaría ingresar en la cárcel y no le quedarían antecedentes penales. Lo mismo sucedería con su padre, Jorge Horacio Messi, condenado a 15 meses, pero, en su caso la multa sría de 360.000 euros. La sanción económica ha sido calculada a razón de 400 euros por día de condena (meses de 30 días), pero hay que tener en cuenta que los meses se duplican (42 en vez de 21 y 30 en vez de 15) al sustituirse la pena de prisión por una multa.

La fiscalía ha pedido de forma subsidiaria que si el tribunal no está conforme con esta medida, se les suspenda igualmente el ingreso en prisión a Messi y a padre durante tres años porque es la primera vez que delinquen y ya han abonado su deuda con Hacienda. Durante ese periodo de años no pueden cometer delito alguno. Si fuera condenado por alguno, por menor que fuera, debería pagar con 21 meses de cárcel como mínimo. El escrito fue presentado este jueves ante el tribunal de la Sección Octava de la Audiencia de Barcelona, que fue quien juzgó a la estrella argentina.

La Audiencia de Barcelona declaró probado en julio del 2016 que el jugador del Barcelona omitió declarar a Hacienda, entre el 2007 y el 2009, sus ingresos por derechos de imagen, mediante una estrategia, iniciada en el 2005, consistente en crear la apariencia de que los cedía a sociedades radicadas en Belice y Uruguay. Después se formalizaron contratos de licencia, agencia o prestación de servicios entre esas sociedades y otras domiciliadas en Suiza y Reino Unido. De esta manera, los ingresos del jugador no pasaban por la administración tributaria española y evitaba pagar impuestos. La suma defraudada ascendió a 4,1 millones de euros.

REBAJA AL PADRE

El pasado mes de mayo, el<strong> Tribunal Supremo confirmó </strong>la condena a Messi de 21 meses de prisión y la multa de 2.093.000 euros por los tres delitos fiscales. Sin embargo, rebajó a 15 meses la de su padre, Jorge Horacio Messi, al aplicarle la atenuante de reparación del daño, que la Audiencia de Barcelona ya había aplicado al delantero argentino, pero no a él, por los 5.016.542 euros que devolvieron a Hacienda.

El Supremo sostiene en la sentencia que Messi conocía inequívocamente su obligación de tributar los ingresos obtenidos por la explotación de sus derechos de imagen, y “no resulta acomodado a lógica admitir que quien percibe importantes ingresos ignore el deber de tributar por ellos", cuando constata que "no abona nada en absoluto a Hacienda" por ello.

"Cualquiera que fuera su ingenuidad, las actuaciones que indican que interviene personalmente, y no solamente estampando su firma en documentos, revelan su plena consciencia de que ese camino llevaba inexorablemente al insolidario resultado de la defraudación fiscal”, concreta la sentencia.

NO EXISTE ERROR

El Supremo recuerda que la sentencia de Barcelona “excluyó expresamente el error", porque "el desconocimiento evitable, derivado de la indiferencia, no es un error, y no puede provocar una descarga de la responsabilidad. No puede errar aquél que no tiene interés en conocer”.

Según el alto tribunal, cuando Messi acudió a asesorarse fue para que le indicaran cómo lograr eludir el pago al que estaba obligado, pues "solamente desde este designio se comprenden los actos materialmente ejecutados por el acusado" y que hacen que se den todos los requisitos "del tipo objetivo del delito”. Messi declaró en el juicio que él no leía los contratos y que firmaba lo que le decía su padre porque él solo se dedicaba a jugar al fútbol. "Yo juego a fútbol y confió en mi papá", aseguró el delanterio del Barça.