Julio Grondona muere a los 82 años en Buenos Aires

La noticia ha caído como una bomba. Julio Humberto Grondona, el eterno presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y vicepresidente de la FIFA, ha fallecido este miércoles en Buenos Aires a los 82 años tras una complicación cardiaca. Según el diario 'La Nación', con su muerte "se termina un estilo de llevar los asuntos internos y externos. Son modos que no tienen herencia. Son conducciones que, eternizadas en el tiempo, no dan margen para la construcción de escenarios futuros ni abanderados que los lleven adelante". Buena prueba de ello es que logró ser la mano derecha de Joseph Blatter sin saber una palabra de inglés.

El hombre que manejaba a su antojo todo lo referido al deporte más popular de este país nació en 1931. Comenzó su carrera como dirigente a mediados de los años 50, cuando fundó en la periferia bonaerense el club Arsenal. Entre 1976 y 1979 fue presidente del Atlético Independiente, equipo con el cual logró varios títulos.

Inamovible en la dictadura y la democracia

De la mano de Independiente, llegó a la AFA en plena dictadura militar, cuando el fútbol era manejado por el temible almirante Carlos Lacoste, y solo lo sacó la muerte. Se fueron los militares y el país recuperó sus instituciones democráticas. Don Julio, también conocido como 'el Padrino', vio entrar y salir a los presidentes. Cada uno a su manera recelaron de él y trataron de sacárselo de encima sin éxito. "Todo pasa", era su lema, que inscribió en su anillo, para demostrar que él era inamovible.

Aliado del kirchnerismo, la AFA rompió el contrato que tenía con el diario 'Clarín' para la transmisión de los partidos de fútbol porque el Gobierno, enfrentado con el grupo multimedia, le ofrecía tres veces más dinero, unos 50 millones de euros anuales a la cotización actual. Los que lo denunciaban por supuesto enriquecimiento ilegal o se oponían a su gestión terminaban desistiendo o yéndose de sus cargos de mala manera.

El último disgusto

Con Grondona, Argentina ganó su título Mundial en México 1986 y dos subcampeonatos, el reciente en Brasil. En los últimos meses estaba fuertemente enfrentado con Diego Armando Maradona, a quien llevó a la selección en calidad de entrenador en el 2009. Hacía lo que quería en el fútbol argentino, al punto de llevar a su hijo Humberto como entrenador de los combinados juveniles a pesar de las críticas por su filosofía futbolística. También era despreciado por Marcelo Bielsa y José Peckerman.

En la tarde del lunes tuvo su último disgusto cuando supo que Alejandro Sabella no seguiría al frente de Argentina. Creía tener fuerza suficiente para retenerlo, pero Sabella dijo que estaba cansado. El exentrenador azulgrana Gerado 'Tata' Martino, un bielsista de pura cepa, aparecía como su sucesor natural. A Grondona, ya débil, no le debió de haber causado ninguna gracia.