EL DELANTERO ECUATORIANO

El examen de Caicedo

solo lleva un gol en la Liga, se mide hoy con el Levante, el club en el que se destapó en España

Caicedo controla un balón en el amistoso del Espanyol ante el Marsella disputado en la Ciudad Deportiva Dani Jarque.

Caicedo controla un balón en el amistoso del Espanyol ante el Marsella disputado en la Ciudad Deportiva Dani Jarque.

RAÚL PANIAGUA
BARCELONA

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Después de varios años de insistencia y con el apoyo total de Sergio González, Felipe Caicedo (Guayaquil, 1988) se convirtió este verano en el fichaje estrella del Espanyol, en el hombre que debía pilotar el ataque blanquiazul junto a Sergio García. Fue una clara apuesta del club y del técnico, pero el delantero sigue sin dar lo que se espera de él. La afición empieza a estar harta. Hoy, en Cornellà ante el Levante, el equipo en el que coincidió con su actual entrenador y en el que se destapó con 13 goles en la temporada 2010-2011, tiene una ocasión ideal para levantar el vuelo. La paciencia de los pericos se agota.

«A veces en la vida no salen las cosas, pero no bajaré los brazos mientras esté aquí. No soy el único que no está al cien por cien, pero queda mucha Liga. Esto no se acaba ya», reflexionó el delantero, que congregó a 500 compatriotas en su presentación en el Power8 el pasado 22 de julio. Entonces se mostró ilusionado con superar sus números del Levante, un reto que aún se ve capaz de cumplir. «Cuando vine  aquí pensé que todo iban a ser goles y triunfos, pero en el fútbol también se tiene que perder. Si un equipo no te conoce, las cosas cuestan más».

El técnico blanquiazul siempre mantuvo a Caicedo como la opción prioritaria para reforzar la delantera, aunque las circunstancias no han ayudado. El ariete jugó el Mundial de Brasil con su selección, pero una fascitis plantar lastró su rendimiento en el inicio de temporada. Poco a poco va recuperando su forma física, pero aún está lejos del cien por cien. El hecho de jugar con dos puntas (él siempre se ha sentido más a gusto como única referencia y liberado de cargas defensivas) tampoco le ha ayudado, así como la escasa exigencia de su última aventura en el Al Jazira de los Emiratos Árabes. Antes jugó tres campañas en el Lokomotiv de Moscú, que pagó 7,5 millones de euros al Levante. Con el Espanyol ha firmado por dos temporadas. No está brillando, pero mantiene la calma y el orgullo. «Es normal que tenga esta presión y responsabilidad. Se creó una cierta expectación por ser el fichaje clave, pero fue una apuesta mutua, una apuesta del club pero también mía. Tenemos que valorar ambas partes».

Regreso de Héctor Moreno

Las cifras de Caicedo demuestran su floja aportación. Solo suma un gol (en la cuarta jornada ante el Málaga) y cinco remates en 10 partidos (6 de titular y 4 de suplente). Siempre que jugó de inicio fue sustituido y su máxima participación fue de solo 62 minutos en dos choques. «Obviamente, no es la versión que se esperaba de mí. Hay que tener más paciencia. Quiero entrenar, jugar, ayudar y demostrar cosas».

Después de cinco jornadas sin ganar (dos puntos de los 15 últimos) el Espanyol no puede fallar hoy en el regreso de Héctor Moreno a la convocatoria tras su lesión en el Mundial de Brasil. Está a un punto del descenso y la próxima semana visita el Camp Nou. El Power8, donde ha sumado 9 de sus 11 puntos, debe ser clave ante un rival directo, en el que también jugaron Stuani y Sergio García. El técnico volverá a confiar en el Hijo del Pueblo, que necesita aportar goles, sea como titular o desde el banquillo. Todos los pericos esperan la reacción de Caicedo. También los 51.000 ecuatorianos que viven en Catalunya. Hoy debe aportar en un triunfo obligatorio para evitar los nervios.