LA LIGA INGLESA

Koeman y el Everton asestan a Guardiola la mayor derrota liguera de su carrera (4-0)

El Manchester City queda quinto, a 10 puntos del Chelsea y fuera de puestos de Champions, como el United de Mourinho

Pep Guardiola, preocupado durante el partido del Manchester City contra el Everton en Goodison Park.

Pep Guardiola, preocupado durante el partido del Manchester City contra el Everton en Goodison Park. / periodico

POL GUSTEMS / MANCHESTER

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Goodison Park respira fútbol de otra época. Es el estadio más antiguo de la Premier y hogar de una de las aficiones más orgullosas del fútbol inglés. Cuando un equipo grande acude de visita, sufre. En los últimos tiempos, si ese equipo es el Manchester City, sufre seguro. Si se añaden unos 'citizens' dubitativos en defensa, inofensivos en ataque y sin manos salvadoras en la portería, puede pasar lo que ocurrió este domingo. Un Everton en trance castigó el plan de Guardiola con balones envenenados al espacio. “Si yo tuviera a Lukaku, también jugaría directo”, explicó el catalán antes de que rodara el balón. A hombros del grandullón belga y de un jovencísimo Tom Davies, los 'toffees' hirieron de gravedad las opciones del City de levantar la Premier. El equipo de Ronald Koeman asestó la mayor goleada sufrida por Pep Guardiola en cualquier liga (4-0). 

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El City se sitúa a 10 puntos del líder Chelsea. Matemáticamente la lucha sigue abierta, aunque las sensaciones que desprenden los futbolistas de Guardiola no son, ahora mismo, las de un candidato real. Ni siquiera hay toalla que arrojar. No jugaron una mala primera parte, en realidad fueron mejores al inicio, pero no transmiten el gen competitivo extremo de un equipo ganador. El del Leicester el curso pasado o el que ahora ofrecen los pupilos de Antonio Conte, que incluso supieron ganar en la jornada de sábado sin Diego Costa. El Chelsea afronta cada partido con la intensidad de una final.

Son especialmente preocupantes los continuos errores de John Stones, por quién se pagaron 60 millones de euros. En su regreso a la que fue su casa, la afición local le silbó tímidamente, sin ensañarse, cada vez que tocó el balón. Gaël Clichy tampoco tuvo su día otra vez y Pablo Zabaleta, ubicado de mediocentro, no aportó lo que Guardiola pretendía. Romelu Lukaku desequilibró el partido en el primer disparo a puerta y Kevin Mirallas sentenció al contragolpe al inicio de la segunda mitad. El City había dominado el esférico pero volvió a mostrarse nefasto en la resolución de las áreas.

BRAVO, CUESTIONADO

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En el crédito de Ronald Koeman queda la apuesta en el once por un centrocampista de 18 años, Tom Davies, que se hizo enorme en el minuto 80 levantando suavemente el balón por encima de Claudio Bravo, inédito una vez más en atajadas de mérito. Era el tercero. Davies, natural de Liverpool y seguidor del Everton desde niño, fue la clase de futbolista que le faltó a Guardiola. Un centrocampista total, capaz de robar, crear y definir. “Ellos llegan una vez y marcan. Nosotros no lo hacemos”, se quejó el de Santpedor. Esta temporada el City ha concedido gol en el primer disparo recibido en siete ocasiones. “A mí también me gustaría saber por qué”, se extrañó Pep cuando le ofrecieron el dato. Bravo no está cometiendo errores de bulto, pero no suma paradas de portero de equipo grande. En los últimos 21 tiros que ha defendido, ha encajado 13 goles.

TABLAS EN EL CLÁSICO DE INGLATERRA

Mientras el público de Goodison le cantaba a Guardiola el clásico, en este caso nada creíble, 'Sacked in the morning', despedido por la mañana, Stones se hizo un nuevo lío y Ademola Lookman convirtió el cuarto. En ese preciso instante, los 'red devils' que ya comenzaban a poblar la grada de Old Trafford lo celebraron casi como uno propio. El United, que recibió al Liverpool en el clásico de Inglaterra, habría podido cazar a los celestes en la clasificación de haber ganado a los de Jürgen Klopp. Fallaron ambos clubes de Manchester en su cruzada con la ciudad vecina, porque el Liverpool arañó un punto del Teatro de los Sueños (1-1, Milner, de penalti, e Ibrahimovic). Quinto y sexto, City y United, viven una realidad totalmente distinta a la esperada a principio de curso.