Europa retiene el título frente a EEUU y extiende su hegemonía

Rory McIlroy apenas pudo esperar a que el francés Victor Dubuisson y el estadounidense Zach Johnson chocaran las manos en el hoyo 18, para celebrar el triunfo de Europa sobre Estados Unidos en la Ryder Cup por 16,5 puntos a 11,5.

El jugador norirlandés, el hombre que ha tomado el relevo de Tiger Woods como número uno mundial, destapó una botella de champán y empezó a regar a todos los que estaban a su alrededor. No solo para celebrar la victoria europea, mucho más contundente de lo esperado. También la hegemonía del equipo. Es la tercera victoria consecutiva para Europa, que se ha impuesto en ocho de las últimas 10 ediciones, el tipo de dominio que los americanos ejercieron hasta 1983.

«Es un orgullo poder levantar el trofeo y un honor estar con estos 12 jugadores que han sido unos colosos. Estamos deseando afrontar el reto de defender el título dentro de dos años», proclamó el capitán Paul McGinley, que agradeció el esfuerzo uno por uno a todos sus hombres. La próxima edición de la Ryder, que tiene un formato bianual, se celebrará en el campo de Hazeltine, en Minnesota (EEUU) en el 2016.

García, emocionado

El protagonismo individual en Europa se le llevó Jamie Donaldson. El debutante galés fue el que dio el punto definitivo al imponerse a Keegan Bradley por 4 y 3 (cuatro hoyos de ventaja, tres por jugar). Pero fue McIlroy quien marcó el tono del equipo europeo y demostró su condición de número uno imponiéndose a Ricky Fowler (5 y 4).

La jornada tuvo también los triunfos individuales para Europa de Graeme McDowell sobre Jordan Spieth (2 y 1), de Martin Kaymer sobre Bubba Watson (4 y 2), de Sergio García sobre Jim Furyk (uno arriba). Europa marcó diferencias en los foursomes (golpes alternos en la pareja) con un balace de 7-1.

«No suelo llorar, pero hoy no me he podido aguantar. Es un triunfo muy especial», señaló Sergio García, tras su victoria en el partido frente a Furyk, en el que protagonizó una increíble remontada en los últimos cuatro hoyos, después de ir todo la vuelta por detrás. «Me sentía mal, porque no había podido jugar a mi nivel y hoy, por fin, lo he hecho. Las sensaciones en los últimos cinco hoyos ha sido increíbles», señaló el castellonense, que ha cerrado su participación en el torneo con 2,5 puntos sobre cuatro posibles (un triunfo individual, uno junto a Rory McIlroy y un empate)

"Volveremos más fuertes"

La euforia se desató no solo entre los jugadores sino entre los más de 45.000 aficionados que acudieron al campo escocés de Gleneagles y disfrutaron de una jornada final en la que Europa confirmó las buenas sensaciones de la jornada del sábado en que, después de los foursomes, disparó su ventaja hasta 10 a 6.

«Solo por la sensación de orgullo entre los jugadores y la felicidad que hemos visto en las tribunas ya ha valido la pena», remarcó McGinley. «Es fantástico volver a experimentar esta sensación», añadió José María Olazábal, el capitán europeo en el histórico triunfo de hace dos años en Medinah (Chicago) y que ha ejercido de vicecapitán de McGinley en esta edición. «Sabíamos que iba a ser duro, pero los chicos han jugado de forma realmente extraordinaria»

Los triunfos para Estados Unidos fueron para Patrick Reed (ante Henrik Stenson), Phil Mickelson (ante Stephen Gallacher), Matt Kuchar (ante Thomas Bjorn) y Jimmy Walker (ante Lee Westwood). Mientras Justin Rose conseguía empatar su partido frente a Hunter Mahan, después de estar cuatro hoyos abajo, Ian Poulter igualaba ante Webb Simpson y Victor Dubuisson, con todo decidido, ante Zach Johnson.

«Felicito al equipo europeo porque ha jugado muy bien. Pero volveremos y lo haremos más fuertes», prometió tras la derrota el legendario Tom Watson, que ha ejercido de capitán en EEUU.