La eterna cruz de Miguel Reina

Sin perder un solo partido en toda la competición, como esta vez, se presentó el Atlético en la final de la Copa de Europa del 74. El equipo rojiblanco eliminó sucesivamente al Galatasaray (0-0 en el Calderón y 0-1 en Estambul), Dinamo de Bucarest (0-2 en Rumanía y 2-2 en Madrid), Estrella Roja (0-2 en Belgrado y 0-0 en el Calderón) y Celtic de Glasgow (0-0 en Escocia y 2-0). El infierno vivido en el Celtic Park, donde el árbitro turco Babacan expulsó a Ayala, Panadero Díaz y Quique, dejó las secuelas de la ausencia de estos por sanción en la final del estadio de Heysel, donde esperaba el Bayern de Múnich con la condición de gran favorito tras encadenar tres títulos consecutivos en la Bundesliga. Después enlazó tres Copas de Europa seguidas.

El Atlético, sin embargo, mantuvo el tipo y aguantó bien en el primer tiempo las acometidas del conjunto bávaro, dirigido por Udo Lattek, y empezó a imponer su ritmo en el segundo, en el que Gárate y Luis Aragonés tuvieron claras ocasiones de adelantar el conjunto madrileño. Pero no fue hasta la prórroga cuando el propio Aragonés acertó a batir a Maier con un lanzamiento perfecto de un golpe franco tras una falta cometida sobre Becerra (m. 114). El central Schwarzenbeck consiguió a última hora lo que parecía imposible, marcar desde 30 metros el gol que forzaba un partido de desempate dos días después, en el que el Bayern se merendó al campeón español (4-0).

«Beckenbauer le pasó el balón, le dejamos tirar y con 20 tíos por delante pegó un zapatazo y el balón entró pegado a la cepa del palo derecho. Lo vuelvo a ver con cierta frecuencia, pero en aquella ocasión lo vi cuando ya estaba dentro prácticamente. El portero tiene que llegar ahí a ese balón. Yo no llegué, pero qué le vamos a hacer», sigue lamentándose a estas alturas el portero Miguel Reina, que también revive la escena de Melo, que permitió que los alemanes sacaran de banda inmediatamente antes de la jugada del gol definitivo: «Iba a sacar él, pero el árbitro dijo que era a favor del Bayern. Si el balón hubiera ido a la grada, que estaba repleta de rojiblancos, seguro que no hubiese vuelto al campo».

El Atlético jugó con Reina, Melo, Eusebio, Heredia, Capón, Adelardo, Irureta, Luis, Salcedo (Alberto, m. 90), Ufarte (Becerra, m. 69) y Gárate.

Por el Bayern de Múnich participaron Maier, Hansen, Schwarzenbeck, Beckenbauer, Breitner, Zobel, Roth, Kapellmann, Tortensson (Durnberger, m. 76), Müller y Hoenness.