Un Espanyol vulnerable pierde ante un Sporting muy atrevido (1-2)

Otro despiste fundió al Espanyol en el minuto 92. Y otra vez de un saque de banda. El Sporting lo agradeció. La pifia fue descomunal. Como el juego de la primera mitad, que fue caótico. El buen Espanyol apareció en un cuarto de hora de la reanudación. Pero el cuadro de Sergio confirmó que es muy vulnerable atrás y que está mal trabajado.

Advirtió el viernes Sergio que no iba a ser un partido fácil, que el Sporting de Abelardo jugaba mejor lejos de El Molinón, que el cuadro asturiano había arrancado cuatro puntos fuera de los cinco que  había sumado en las primeras seis jornadas de Liga. El técnico blanquiazul también pidió que los jugadores más veteranos dieran un paso adelante porque veía a un equipo sin personalidad cuando el rival se adelantaba en el césped.

Y anoche sucedió lo que no quería el entrenador, que el Sporting se adelantó al inicio del partido por culpa de varios errores individuales de su equipo. El Sporting salió fuerte, comenzó  a tocar y tocar el balón con alegría. El cuadro asturiano jugaba muy a gusto mientras que los futbolistas de Sergio corrían y presionaban sin sentido en busca de un robo de balón que parecía imposible. Hasta que acabó llegando el error perico atrás. Roco envió el balón a un marcado Víctor Álvarez, que quiso driblar sin éxito a su marcador. El balón llegó a Halilovic, que se aprovechó que Álvaro estaba muy abierto para batir a Pau desde fuera del área en el primer disparo del partido (m. 9).

PENALTI FALLADO

El conjunto catalán se puso nervioso y comenzó a perder muchísimos balones atrás y también en el centro del campo. La primera acción ofensiva de los locales llegó al cuarto de hora y acabó en un córner. Víctor Álvarez se convirtió en el hombre que ponía el balón en el área, pero sus centros se perdían ahí, salvo en la acción del penalti a Caicedo. Sin embargo, el punta ecuatoriano lo lanzó fatal y Alberto rechazó el esférico (m. 28). Solo faltaba esta pifia para hundir aún más la moral perica.

Se notó en el juego catalán. Mientras el Sporting combinaba y triangulaba con sentido esperando el fallo del rival, el Espanyol atacaba a base de acciones individuales, de conducciones largas. Como en las apariciones de Asensio (m. 23, 27, 34  y 40) o en la de Hernán (m. 31), que acababan en centros estériles o en córners. El Espanyol volvió a fallar en la construcción desde atrás. La primera parte acabó con un disparo alto del zurdo Halilovic.

Debía mejorar mucho el Espanyol en la segunda parte para dar la vuelta al marcador. Debía ser más intenso, mejor colocado y no ser tan individualista. También debía adelantar líneas y entrar mejor por las bandas. Y sin tantos fallos en el pase de seguridad y en la transición.

EMPATE DE CAICEDO

Comenzó dubitativo. Burgui salió en lugar de Víctor Álvarez, pero el equipo seguía sin reaccionar. Y los pitos aumentaron tras un fallo de Cañas que permitió el contragolpe visitante (m. 53) y cuando Sanabria, solo delante de Pau a la salida de un córner, envió el balón al travesaño (m. 60). Hasta que llegó la acción de la noche. Cañas pasó a Duarte que centró raso al primer palo y allí Caicedo empató (m. 61).

Entonces el Espanyol jugó unos 10 minutos fenomenales, en los que mereció batir a Alberto. Pero la reacción duró poco, porque en los últimos minutos bajó el ritmo. Y al final le condenó otro fallo atrás en un saque de banda. Despiste y adiós.