El Espanyol pierde fuelle y cae en el Vicente Calderón

Después de cuatro partidos sin perder y tres sin encajar un gol, el Espanyol cayó este domingo en el Vicente Calderón ante el Atlético (2-0), que encontró en la cabeza de Tiago la solución a los graves problemas en que le estaba metiendo el equipo blanquiazul. El tanto del portugués a dos minutos del descanso supuso un frenazo irrecuperable para las aspiraciones del cuadro catalán, que pasaban por la solvencia de su trabajo defensivo y la posibilidad de sorprender a los rojiblancos en alguna de sus salidas para aprovechar la habilidad y verticalidad de sus hombres de arriba. Mario Suárez sentenció en una jugada a balón parado.

El conjunto de Sergio González pudo haber impuesto un guión diferente si Lucas Vázquez hubiese acertado antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora. La tuvo el extremo, pero Moyà sacó su remate cercano después de una gran jugada de Sergio García por la izquierda, con caño incluido al debutante Giménez y un centro perfecto al segundo palo. Fue la gran ocasión blanquiazul del partido, que pudo haber provocado un fuerte ataque de ansiedad a un Atlético, ya que no empezó nada cómodo y había visto como Casilla evitaba en el primer córner que Arda abriese el marcador.

Baja de última hora

A las jugadas a balón parado, nada nuevo por otro lado, tuvo que agarrarse el cuadro madrileño para intentar doblegar a un Espanyol que juntó bien sus dos líneas de cuatro por delante de su portero, entorpeció al máximo la labor de los rojiblancos más creativos, se mostró muy firme atrás ante los intentos de remate de las torres locales y solvente en el centro, pese a la baja de última hora de Víctor Sánchez, que se quedó en el hotel con gastroenteritis y dejó su sitio en la formación titular blanquiazul a Salva Sevilla.

Hasta que apareció Tiago para desmontar el plan visitante en la segunda ocasión en que durmió la zaga 'perica'. No fue a balón parado, pero sí en segunda jugada tras un córner en corto desde la derecha en el que Casilla, que en el inmediatamente anterior saque de esquina había salvado un remate a bocajarro del centrocampista portugués, rechazó un tiro sin ángulo de Raúl García para que el balón acabara en Gabi, que lo envió al segundo palo. Tiago, que se había quedado por allí sin que nadie del Espanyol se percatara, cabeceó solo en parábola para sorprender al portero blanquiazul (m. 43).

No tuvo el equipo de Sergio González en el segundo tiempo una salida lo suficientemente enérgica como para asustar al Atlético, que tenía el partido donde quería y no tuvo problemas para controlar a un rival ciertamente tímido. Entró primero Alex por un tocado Sergio García y no fue hasta la salida de Montañés y Stuani que el Espanyol volvió a pisar el área rojiblanca con cierto peligro. Al delantero uruguayo le robó el balón Giménez en última instancia cuando se daba la vuelta para remachar y el partido quedó decidido minutos después con otra acción letal a balón parado del conjunto colchonero. Godín remató en el segundo palo un córner desde la derecha, Giménez tocó después en el primero y el balón le cayó a Mario, que marcó sobre la línea. Se la había comido Casilla, que no obstante acabó sin duda como el más destacado del Espanyol.