Un Espanyol frágil y sin fortuna naufraga ante un buen Valencia (3-1)

El árbitro se equivocó al anular el 1-1 de Sergio García por un fuera de juego inexistente

Sergio García, el capitán del Espanyol, se desespera después de una acción en el partido disputado ayer ante el Valencia en Mestalla.

Sergio García, el capitán del Espanyol, se desespera después de una acción en el partido disputado ayer ante el Valencia en Mestalla.

RAÚL PANIAGUA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Espanyol de Sergio González prolongó en Mestalla las malas sensaciones del inicio de Liga. No era una plaza fácil y el equipo catalán se derrumbó (3-1). Sin firmar una actuación horrorosa, que mereciera esa goleada, volvió a exhibir una fragilidad defensiva que debe corregir si no quiere verse en apuros. En Primera no basta con tener el balón y querer jugar bien al fútbol. Sin seriedad atrás es imposible sobrevivir, sobre todo ante rivales con más calidad y contundencia, como ocurrió ante el Sevilla en casa y este domingo en Mestalla. El nerviosismo puede instalarse en Cornellà si el bloque no reacciona con urgencia.

Con solo un punto en tres jornadas y en zona de descenso, los primeros pasos del joven técnico perico no están siendo agradables. En un club acostumbrado al drama y las convulsiones, nunca es fácil asimilar las derrotas. Tampoco hay que alarmarse: el Espanyol ha perdido en seis de sus siete últimas visitas al Valencia. La verdadera respuesta del equipo se verá en los próximos ochos días, con tres enfrentamientos ante rivales con un nivel similar al de los pericos: Málaga Getafe en Cornellà, y el Córdoba en el Nuevo Arcángel.

"Errores de juveniles"

Una de las principales críticas que recibía Javier Aguirre en sus dos cursos en el Espanyol era su excesiva mentalidad defensiva. El técnico mexicano era conservador. Quizá demasiado. Pero también efectivo. Con Sergio se ha recuperado el buen trato del balón pero el bloque no convence atrás. Se rompe con facilidad. Falta orden.

En Valencia duró poco la esperanza blanquiazul. El medio millar de pericos que se desplazaron a Valencia vieron pronto como su equipo se descomponía en defensa. A los siete minutos, Piatti abrió el marcador tras una buena jugada de Rodrigo por la derecha, iniciada por André Gomes. Arbilla (el único cambio en la alineación respecto al duelo ante el Sevilla) no estuvo acertado, al igual que el resto de la zaga. Por tercera vez consecutiva, el Espanyol empezaba perdiendo en la primera parte y se veía obligado a remar para evitar otro tropiezo. «Estamos cometiendo errores de juveniles que nos están costando la vida. Estamos dejando de lado el aspecto defensivo y me preocupa. Para construir una casa hay que empezar desde abajo», reconoció el preparador blanquiazul.

Parejo y Alcácer

Acabó bien el cuadro catalán el primer tiempo y siguió dominando tras el descanso. Incluso llegó a empatar, pero el árbitro anuló el gol por un fuera de juego inexistente de Sergio García (m. 54). Ese error resultó decisivo. El Espanyol, que nunca ha ganado con Clos Gómez, volvió a verse perjudicado.

Parejo se encargó de ampliar la ventaja con un tiro desde la frontal demasiado cómodo (m. 63) y Alcácer firmó el tercero (m. 74). En pleno desconcierto, el árbitro perdonó la roja a Álvaro y regaló un penalti innecesario al Espanyol en una acción sobre Sergio fuera del área. El capitán perico marcó el gol del honor en otra dura derrota. El Espanyol necesita ya una reacción. Tiene que encontrar el equilibrio. Si los hombres de Sergio no reaccionan el próximo sábado en casa empezarán a encenderse de verdad las alarmas.