Otra derrota del Espanyol en el Bernabéu, pero sin "vacuna"

Quique defiende que, a diferencia de años anteriores, su equipo compitió en el estadio del Madrid

Quique Sánchez Flores da instrucciones a sus jugadores en el Bernabéu ante Zinedine Zidane.

Quique Sánchez Flores da instrucciones a sus jugadores en el Bernabéu ante Zinedine Zidane. / periodico

JOSÉ MARÍA EXPÓSITO

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Para la estadística, la derrota del Espanyol de este sábado en el Bernabéu no se diferenciará en nada de las de los 21 años anteriores, pero para Quique Sánchez Flores, empeñado en que el objetivo del equipo es competir, este pinchazo tiene poco que ver con fracasos anteriores. Esta vez el Espanyol no salió «vacunado» de Chamartín, lo que para el técnico perico debe ayudar a un equipo que tiene que ver cómo Europa, aunque no fuera el objetivo inicial, «no está tan lejos».

«Sabemos el potencial que tiene el Madrid y cómo nos vacunó en las últimas visitas a este estadio», recordó el técnico, que recalcó la diferencia que separa a ambos equipos: «Salvo que hagas un partido perfecto y el rival peor, son distancias que no son salvables. La distancia ha existido, pero con 1-0 estábamos cerca y pudimos marcar en cualquier momento». 

LA ALINEACIÓN

No le salió al Espanyol un partido muy diferente de lo que anticipaba la alineación. No tanto por el parche de David López en el lateral derecho (donde se esperaba a Diego Reyes) como por el doble pivote con Diop y Javi FuegoJurado ejerció de mediapunta con Reyes volcado a la banda, si bien el coladero era tal por ese costado que Quique mandó al siempre cumplidor Gerard a achicar agua para aplazar hasta el descanso la sustitución del sevillano por Hernán Pérez.

«Defendimos muy bien, redujimos al rival, pero nos quedó lejos atacar bien», reconoció Quique. Lejísimos. Una hora hubo que esperar para ver el primer (y único) disparo a puerta del Espanyol, obra de un Hernán Pérez espoleado por su suplencia. «Teníamos jugadores que no habían competido en los últimos años aquí. Hoy hemos competido y hemos reducido el número de goles», argumentó Quique, sin faltar a la verdad pero obviando que solo el ajustado marcador pudo provocar desasosiego en la afición blanca.

ZIDANE VE A «TODOS ENCHUFADOS»

Mucho más satisfecho estaba Zinedine Zidane, cuyo equipo acababa de enlazar (por primera vez en la historia del club) 42 partidos oficiales consecutivos marcando al menos un gol. Abrió el marcador el denostado Morata, lo que a juicio del francés es un buen augurio: «Estoy contento porque significa que están todos enchufados y preparados para cuando les necesita el equipo. Las rotaciones le salieron bien a Zizou, y el regreso de Bale tras 88 días lesionado no pudo ser mejor: salió y a los diez minutos marcó. «Era importante para él volver a sentirse jugador. Marcando, aún más contento», valoró el técnico, que considera que «Gareth es Gareth; es un jugador especial, distinto a los demás, pero cada uno aporta su granito de arena». También Cristiano, aunque ayer tampoco marcara. «Yo le veo bien, contento, y además en este partido, como en el del Nápoles, ha corrido muchísimo para los demás. No estoy preocupado, en los momentos clave marcará la diferencia».