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El Espanyol cae en los últimos minutos

Caicedo marca en la primera parte, pero Soldado y Bakambu dan el triunfo al Villarreal al aprovechar los errores de la zaga perica

Caicedo marca a pesar de la salida del portero del Villarreal.

Caicedo marca a pesar de la salida del portero del Villarreal. / periodico

JUAN TERRATS

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Vaya batacazo. El Espanyol pasó de ser líder de Primera a acabar goleado en los últimos minutos por el Villarreal por culpa de unos alarmantes errores individuales en la zaga. El conjunto de Sergio solo jugó bien en los primeros 25 minutos. Luego se dedicó a defender el gol de Caicedo. A perder tiempo, a que el cuadro local se enredara en la tela de araña de un sistema demasiado conservador. Soldado derrumbó el sistema catalán en tres apariciones, con un gol y dos asistencias.

Sergio González comentó el jueves que el fútbol es presente, solo presente, pero el técnico perico recordó en las últimas horas a sus futbolistas que jugaran ante el Villarreal como lo habían hecho hace unos meses cuando el equipo ganó en El Madrigal por un contundente e inesperado 0-3. Hasta habló de esa goleada en una de las charlas técnicas sobre el rival. "Aquel día jugamos de una forma espectacular", recordó el míster, que esperaba que sus jugadores ofrecieran ante el cuadro de Marcelino otro buen partido, mucho mejor que el del pasado debut ante el Getafe. El Espanyol estaba obligado a mejorar la imagen y su fútbol del primera partido en Cornellà.

Solo hubo un cambio con respecto al duelo contra el Getafe. Ninguno de los titulares de ese partido se hubiera merecido la titularidad en Vila-real, pero el único cambio que hizo Sergio fue dejar en el banquillo a Salva Sevilla, el goleador de la primera jornada. Pues Sevilla dejó su posición a Gerard Moreno, uno de los refuerzos pericos. Su presencia hizo que el Espanyol cambiara de sistema y se decantara por un 4-4-2 para que Gerard acompañara arriba al 'tanque' Caicedo, el punta que el pasado curso marcó dos de los tres goles en el triunfo catalán.

GOL TEMPRANERO

La conexión Gerard-Caicedo funcionó de maravilla en los primeros 25 minutos. Un excelente pase del jugador catalán permitió al punta ecuatoriano batir a Areola en el minuto 5. Este año el cuadro catalán está viendo puerta en los minutos iniciales. El tempranero gol visitante hizo daño al equipo de Marcelino, que no producía.

La presión retrasada de los visitantes no permitió que el Villarreal jugara a gusto en el primer partido de los locales en casa. El cuadro castellonense no encontraba huecos en la ordenada defensa blanquiazul. Las ayudas eran fundamentales para que el Villarreal no encontrara el ritmo adecuado para crear peligro en el área de Pau. En cambio, aparecía Gerard con el balón en los pies y siempre pasaba algo, un córner, un buen pase a Caicedo, un control exquisito, en fin, la alarma en la zaga local. Pero esa solidez defensiva se perdió a los 25 minutos.

El Espanyol comenzó a perder demasiado pronto el balón y el Villarreal comenzó a combinar cerca del área perica. Los locales estaban haciendo daño con las apariciones de Mario y Jaume Costa, los dos laterales. El disparo más peligroso fue de Mario, pero el balón salió desviado (m. 39). El Espanyol ya no era el equipo del inicio del partido. Y se estaba cargando de tarjetas. Demasiadas para mantener la intensidad en la segunda parte.

El cuadro catalán comenzó a sufrir por las seis tarjetas de su gente -seis amonestaciones en 11 faltas- y porque el Villarreal combinó mejor: apareció el pase interior. Y eso que Gerard pudo marcar tras un perfecto centro de Víctor Álvarez por detrás de la defensa (m. 61). Un minuto después el propio Víctor Álvarez enviaba un balón al larguero. Ahí acabó el peligro blanquiazul. Ahí comenzó a sacar el balón con contundencia ante la presión local.

Al final, en un pase interior, Soldado fue más listo y rápido que Raíllo y empató (m. 66). El Espanyol siguió defendiendo a base de la acumulación de hombres. El pase interior de Soldado a Bakambu confirmó que le falta mucho trabajo a la zaga catalana. Un pase y Bakambu rompió la red de nueve hombres y batió a Pau (m. 86). El Espanyol pasó de ser líder en solitario a perder un duelo por culpa de sus graves errores. El tercer gol local fue un cúmulo de desaciertos defensivos.