Oblak frena a un Espanyol muy sólido e incisivo

Tampoco cedió el Espanyol en el Vicente Calderón, de donde salió con su racha ampliada a ocho partidos de Liga sin perder y cinco sin encajar un gol. Esa firmeza le valió al equipo blanquiazul para arañar en el estadio rojiblanco un punto que bien pudieron tres si hubiese aprovechado uno de los dos mano a mano que  tuvieron Gerard Moreno y Baptistao ante Oblak en sendos contragolpes. Si en ataque hubiera cumplido con la misma diligencia que exhibió en defensa, la cuarta victoria fuera de Cornellà-El Prat sería un hecho celebrado a lo grande.  

Las trampas que Quique había adelantado que el Espanyol tendría que sortear para sacar algo en claro del Calderón las puso en realidad el equipo blanquiazul, que no tuvo ninguna duda a la hora de plantear el choque ante un rival que tampoco titubeó para intentar acorralar a su rival sin dejar pasar un minuto. Pero el técnico blanquiazul, bien recibido y despedido de la que fue su casa dos temporadas, lo tenía muy claro.

A LA CONTRA

A las primeras de cambio ya estaba el conjunto catalán enseñando sus armas, que pasaban por juntar muy bien sus líneas atrás y salir lanzado al contraataque. Baptistao fue el primero en amenazar recorriéndose todo el campo y volvió a aparecer casi 40 minutos después  para poner en bandeja el gol a Gerard Moreno, que se encontró con  un gigante delante, Oblak, que impidió que el primer tanto cayera del lado visitante. 

Era la segunda intervención del aislado delantero blanquiazul, que, mediada la primera parte, ya había probado al portero rojiblanco, aunque esta primera vez con un flojo y centrado disparo a la media vuelta después de que un resbalón de Tiago le permitiera recibir. Llegaría más tarde otra contra abortada por Koke con una falta a Piatti en el círculo central cuando este enfilaba a todo trapo  hacia el área local.

FRUSTRACIÓN ROJIBLANCA

Bastante más peligro del que creó el Atlético en un primer tiempo frustrante para Simeone y sus jugadores. Se encontraron con un rival que empezó presionando con eficacia sobre la salida del balón, pero que enseguida replegaba de manera ordenada para cerrar todos los caminos al cuadro colchonero, que hasta el descanso apenas tuvo oportunidad de probar a Diego López. Al portero blanquiazul no le llegaban más que balones fáciles que los atacantes atléticos no eran capaces de controlar o rematar después de no abrir brecha franca ni por fuera ni por dentro.

El rigor y la sincronización defensiva del Espanyol no bajaron lo más mínimo tras el descanso. Tampoco su disposición para intentar sorprender a un contrario abocado a correr cada vez más riesgos y a verse expuesto a nuevos golpes de mano visitantes. El más claro estuvo cerca de ser culminado por Baptistao a pase de Gerarad Moreno después de que Hernán Pérez interceptara un pase de Gabi, pero de nuevo surgió un Oblak descomunal para rechazar con el pie el remate final del atacante brasileño.

La ofensiva rojiblanca tardó en provocar alguna grieta en el entramado defensivo blanquiazul. La primera llegó en un balón que quedó suelto en el área y fue hacia Gabi, que disparó con todo pero se encontró con una respuesta magistral de Diego López. Griezmann llegó para centrar sin ángulo y a Gameiro le faltarón centímetros para rematar la pelota que se paseó ante la portería.

Fue el toque a rebato para las cargas que se sucedieron en el tramo final del partido, sobre todo tras la entrada de Correa por un apagado Carrasco, pero ni Diego López ni sus compañeros se descompusieron y salieron indemnes. Y la única vez en que lo hicieron hasta el final, Griezmann remató con el tobillo a pase de Gaitán. Más tarde el francés vio como el portero le desviaba al larguero un tiro a bocajarro.Pero ya estaba anulado por falta previa. 

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Atl\u00e9tico, 0; Espanyol, 0","text":"Campo:\u00a0Vicente Calder\u00f3n (50.000).\u00a0"}}