El Espanyol asalta Vallecas y logra su primer triunfo fuera

Dos goles de Sergio García y otro de Lucas Vázquez dan el triunfo al equipo catalán

Sergio García pugna con Quini en Vallecas.

Sergio García pugna con Quini en Vallecas. / periodico

ANTONIO MERINO / MADRID

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Vallecas fue la plaza elegida para dar un golpe de mano y estrenar el casillero de victorias fuera de casa. Al octavo intento, el Espanyol consiguió su objetivo en un encuentro abierto en el que volvió a sobresalir la figura de Sergio García. Marcó el gol que abrió el marcador, asistió a Lucas Vázquez en el segundo y cerró el choque con el tercero (1-3). Un triunfo que sitúa al Espanyol en el décimo lugar de la tabla.

El telón al 2014 para el equipo blanquiazul fue un golpe de mano para sacar la cabeza lejos de su campo. Bien armado atrás para aguantar las llegadas del Rayo, a los pericos no les faltaron cualidades para sostenerse en un campo difícil. El gol tempranero de un gran Sergio García y el excelente partido de Lucas Vázquez le dio cierta seguridad para no rendirse ante el dominio de los locales y sacar partido de sus zarpazos.

En su partido 100 con el Rayo, Paco Jémez quiso ser fiel a su idea de vivir al borde del abismo. Dispuso su defensa de tres, pero en ese culto por el riesgo no calculó el margen de error de su zaga, algo que se viene repitiendo en los últimos encuentros. Como si lo tuviera perfectamente estudiado, Sergio García, el eterno depredador del área, con un oficio como pocos delanteros que le hace capaz de atraer a tres defensas, olió sangre y no dudó en lanzarse sobre su víctima que no era otro que un viejo conocido, Cristian Álvarez. El ahora meta rayista saltó a por un balón y cuando lo tuvo agarrado arrolló a Tito. La pelota quedó suelta y Sergio García, que estaba justamente ahí, marcó a placer (m. 9).

Muchos comenzaron a recordar el triple del delantero en Vallecas la pasada temporada con aquel 1-4, pero poco a poco el equipo de Jémez superaba el golpe para mandar en el encuentro. Lo demostró poniendo a trabajar a Kiko Casilla en un remate de Álex Moreno que culminó una perfecta triangulación del equipo madrileño (m. 23). Enfrente, el Espanyol se defendía con orden y buscaba robar un balón para armar el contragolpe con Sergio García como último depositario de sus opciones.

Insistencia rayista

A la media hora, la insistencia del Rayo pudo haber dado frutos tras una chilena de Bueno que se estrelló en el brazo de Víctor Sánchez. Los jugadores pidieron penalti sin éxito. Luego, en pleno monólogo del Rayo, llegó otro error de su portero del que pudo sacar partido Bailly en un remate desde el suelo (m. 41). Tres minutos después, Cristian Álvarez detuvo a duras penas un cabezazo de Colotto. En ese intercambio de golpes, iba a llegar el premio a la insistencia del equipo madrileño. Un centro de Kakuta con la izquierda lo convirtió Colotto en una perfecta asistencia con la cabeza para Baptistao, que marcó con la derecha (m. 45).

Juego por las bandas

El llamado gol psicológico dio aún más vitaminas al equipo de Jémez, que le metió más revoluciones al encuentro. El movimiento lo entendió tan bien Sergio González que respondió dando entrada a los 10 minutos de la reanudación a Montañés por Salva Sevilla para dar vida a las bandas con el futbolista de Castellón y con un excelente Lucas Vázquez. El Rayo volvió a pedir penalti por un derribo de Arbilla sobre Álex Moreno fuera del área.

Ni esa acción ni los arreones del Rayo conseguían sacar del partido al Espanyol. Todo lo contrario, porque el equipo catalán sacó el carácter para dar un hachazo al choque en un centro de Sergio García que Lucas Vázquez cabeceó al fondo de la portería (m. 76). Cuatro minutos después, Stuani dejaba a su equipo con 10 al ver la segunda amarilla en un forcejeo con Baena. Resistió el Espanyol el asedio local hasta que Sergio García hizo el tercero en un contragolpe para acallar Vallecas.