EL MUNDIAL DE BALONMANO

España apela al orgullo para ganar el bronce ante Polonia

"Este equipo tiene madurez para levantarse y pelear por la medalla", dice Rocas

Cañellas trata de superar a Luka Karabatic y Narcisse en la semifinal ante Francia, en Catar

Cañellas trata de superar a Luka Karabatic y Narcisse en la semifinal ante Francia, en Catar / periodico

ROGER PASCUAL

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"La mayor gloria en esta vida no es nunca caer, sino levantarse siempre". Siguiendo el espíritu de Nelson Mandela, los vigentes campeones del mundo quieren olvidar la derrota ante Francia y despedirse del Mundial de Catar con una medalla colgada del cuello. Manolo Cadenas intentará que sus hombres repitan esta tarde ante Polonia (14.30 horas, Teledeporte) el guion del año pasado, donde después de caer en semifinales del Europeo ante el huracán francés acabaron llevándose el bronce continental frente a Croacia.

"Ha sido una noche larga. Ha costado dormir, pero este equipo tiene la madurez necesaria para levantarse y pelear por la medalla de bronce. Evidentemente siempre aspiras al oro, pero un bronce es también un premio grande", comentó Albert Rocas. El extremo catalán, superviviente junto a Raúl Entrerríos de la primera corona mundialista en Túnez 2005, buscará la cuarta medalla de España en un campeonato del mundo, después del bronce del 2011 y el oro del 2013 en el Sant Jordi.

La victoria de Oviedo

Hace tan solo tres semanas, los 'hispanos' se deshicieron del bloque polaco en un amistoso de preparación en Oviedo (33-28), aunque fueron a remolque hasta entrada la segunda parte. "El partido que jugamos contra ellos antes del Mundial sirve para recordarnos que Polonia es un grandísimo equipo. Un equipo muy físico, muy duro, con mucho tiro exterior, por lo que será un partido muy difícil de sacar adelante, sobre todo si sus lanzadores están acertados", advirtió Rocas, pensando en cañoneros como Michal Jurecki. De todos modos, los dos equipos saben que el choque de hoy será bien distinto, en el que el componente emocional pesará mucho más. A sus 36 años Szmal, mejor jugador del mundo en el 2009, sigue siendo el amo del marco polaco. Sin un central natural por la ausencia del lesionado Jaszka, el exlateral colchonero Mariusz Jurkiewicz lleva el timón del ataque de su equipo. «Polonia tiene una poderosa defensa, por lo que para romper su sólido 6-0 tenemos que jugar más rápido, no podemos ir tanto al contacto porque físicamente son muy fuertes -radiografió el seleccionador español-. Tenemos que ser más listos, más rápidos y eso a veces no lo estamos logrando, nos ha faltado en ocasiones un poquito más de fluidez en la circulación de balón».

Catar reta a la voraz Francia

Además de la medalla, la victoria podría dar un premio extra a los 'hispanos': la organización de uno de los tres torneos clasificatorios para los Juegos de Río 2016 siempre que Francia derrote a Catar en la gran final (17.15 horas, Teledeporte). 'Les experts', comandados por Nikola Karabatic, son los grandes favoritos para suceder a España en el trono y conquistar así su séptimo oro en los últimos nueve grandes torneos. El central azulgrana y el también barcelonista Cédric Sorhaindo pondrán a prueba a su compañero Daniel Saric, que comanda la legión extranjera de Catar. "Catar es el anfitrión y todos sabemos que en el balonmano es muy importante jugar en casa. Es un equipo que está jugando con mucha energía y a un nivel increíble, por lo que será un rival muy difícil", apuntó Karabatic.

Niko, que busca su tercera corona Mundial (la quinta de Francia), tendrá enfrente a Bertrand Roiné, que contribuyó a la conquista del oro en el 2011. El lateral izquierdo francés es uno de los nueve nacionalizados de Catar. Pero, como demuestra el ejemplo del PSG, sumar talento no es garantía de hacer un equipo. Valero Rivera ha sabido conjuntar a un bloque de jugadores que ha ido creciendo con el paso del campeonato. Ir pasando rondas tenía un premio añadido para los jugadores, que habrían cobrado 40.000 euros por nacionalizarse, según el diario sueco 'Aftonbladet'. De acuerdo con este rotativo, cada jugador se ha embolsado 90.000 euros por victoria en este Mundial y la plantilla se repartiría 4,2 millones más si consigue ganar el título. Pero por muchos petrodólares que haya sobra la mesa, la ocasión de conquistar el oro es el mayor aliciente.