LA DIFÍCIL VIDA DE UNO DE LOS GRANDES PILOTOS CATALANES

Enemigos íntimos

1988 33 Garriga (segundo) y Pons (primero), en el podio del Jarama.

1988 33 Garriga (segundo) y Pons (primero), en el podio del Jarama.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS
BARCELONA

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«Es posible que la vida de Joan no haya sido modélica. Pero lo que no es tolerable es que algunos, no sé si la Administración o particulares, pisoteen su humanidad porque lo ven débil, indefenso y necesitado. Entiendo que la Administración sea insaciable, y más ahora que da la sensación de no tener corazón, pero lo que le han hecho a Joan le ha conducido a las puertas de la muerte y a eso no hay derecho».

La frase la pronunció ayer Sito Pons a las puertas de la uvi en la que se encontraba ingresado Joan Garriga, su rival de toda la vida. Es difícil que ustedes recuerden los duelos, sin tregua, fuera -sus mánageres se odiaban hasta extremos impensables ahora- y dentro de la pista, que especialmente en 1988 y 1989 -años en los que Sito (Honda) conquistó sus dos títulos mundiales de 250cc-, mantuvo el bicampeón con Garriga (Yamaha). El exsubcampeón sufrió ayer dos infartos al no poder soportar la situación a la que le ha conducido su mala gestión, su vida y, especialmente, el acoso que está sufriendo por parte de la Administración, que le ha quitado la casa.

A las puertas de la Coronaria del Vall d'Hebron, se pasó el día Sito, suenemigo íntimo de toda la vida y el rival que, desde hace más de 20 años, no sabía de Garriga. Sí supo de las ayudas que había recibido de amigos, conocidos y colegas hasta ser sentenciado, en el 2003, a dos años de prisión que no cumplió por complicidad en tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.

Sito ha estado corriendo con los gastos de Garriga desde que se enteró, estando en el GP de España de Jerez, que al exsubcampeón le quitaban la casa por una deuda acumulada de 24.000 euros por impago de impuestos de vehículos, el IBI del 2005 al 2012 y alguna que otra multa. La propiedad, sita en Vallvidrera, distrito Pedralbes-Sarrià de Barcelona, está tasada en 1.170.000 euros y el carnicero que ha logrado hacerse con ella ha pagado tan solo 260.000 euros. El pasado 2 de mayo, se produjo el desalojo forzoso sin acreditar propiedad y, además, impidiendo los Mossos, según explicó ayer a EL PERIÓDICO Emilio Ortega, abogado de Garriga, que el expiloto entrase en la vivienda para demostrar que era el dueño.

No solo eso, sino que dos brigadas metieron todos los enseres de Garriga en dos furgonetas y se los llevaron. Nadie sabe dónde. Él durmió esa noche, con su perro y sin sus dientes postizos -ni siquiera le permitieron entrar a recogerlos junto a otras cosas-, en su vetusto Seat Panda que, semanas más tarde, destrozó un conductor que se saltó un semáforo de la calle de Calvet.

Desde aquel día, Sito se ha hecho cargo de Garriga: ha pagado su manutención en el Hotel Inout y ha garantizado al abogado del expiloto, que hasta la fecha ha corrido con todos los gastos de los recursos (cerca de 5.000 euros), que cobrará religiosamente sus nóminas y trabajos.«En qué mundo vivimos, qué país, qué sociedad, vamos a dejar a nuestros hijos-señaló ayer Sito en el párking de motos del Vall d'Hebron-si uno se va a comer un menú acompañado de su perro, regresa a su casa y se encuentra con que se la están quitando, que le han cambiado la cerradura y que no le dejan entrar ni siquiera a buscar el cepillo de dientes».

Recuperar su vivienda

Sito recuerda que Garriga fue«un auténtico mito». Recuerda que también fue impulsor del nombre de Catalunya y auténtico precursor de todo lo que ha pasado después en el mundo de las motos.«Joan se ha equivocado, ¡claro que se ha equivocado!, pero esto que le están haciendo es, simplemente, un abuso, conscientes o no las administraciones, el Institut Municipal d'Hisenda, la jueza o los Mossos, de que Joan está indefenso, en el umbral de la pobreza y excluido de la sociedad».

Es evidente que el objetivo que persiguen Sito y Ortega es que Garriga recupere la casa, que es lo único que tiene.«Está claro que Joan no ha podido soportar tanta presión y, finalmente, ha estallado. Por suerte, ha salvado su vida. Esperemos que, entre todos, podamos ayudarle a reconstruirla», señalaron al unísono, conscientes de que, finalmente, la justicia acabará dándoles la razón y el expiloto podrá recuperar su propiedad y seguir reparando motos de amigos en su taller, único sustento que tiene en la actualidad el exsubcampeón del mundo.