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EEUU quiere acabar con la corrupción en el fútbol

Loretta Lynch y James B. Comey, director del FBI, en Nueva York.

Loretta Lynch y James B. Comey, director del FBI, en Nueva York. / periodico

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La fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, acompañada del director del FBI, James Comey, ha comparecido en rueda de prensa en Nueva York para detallar los cargos contra 14 personas, entre directivos de la FIFA y ejecutivos de empresas relacionadas con ese organismo, después de la detención de siete de ellos en Suiza. "Utilizaron sus posiciones de confianza para solicitar sobornos a cambio de los derechos comerciales, y lo hicieron una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo", ha denunciado Lynch, quien pese a la insistencia de los periodistas ha evitado pronunciarse sobre posibles medidas contra el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter.

Las autoridades estadounidenses dijeron que con esta investigación están sacando una "tarjeta roja" a la FIFA y avisaron de que las detenciones en Zúrich son solo el comienzo de su persecución contra la corrupción en el mundo del fútbol, ya que se trata de una investigación que sigue en marcha. Entre los acusados se encuentran dos vicepresidentes de la FIFA, el uruguayo Eugenio Figueredo y el caimanés Jeffrey Webb, así como el expresidente paraguayo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) Nicolás Leoz. El resto de los directivos acusados son el costarricense Eduardo Li, el nicaragüense Julio Rocha, el trinitense Jack Warner, el venezolano Rafael Esquivel, el brasileño José María Marín y el caimanés Costas Takkas.

20 años de cárcel

La investigación por sobornos que alcanzarían los 150 millones de dólares incluye 47 cargos, desde organización mafiosa y fraude masivo hasta blanqueo de dinero, y los 14 acusados, algunos de los cuales ya se han declarado culpables, se enfrentan a un máximo de 20 años de cárcel.

Preguntada sobre el futuro de Blatter, que este viernes opta a su reelección, Lynch evitó pronunciarse, aunque recordó que la investigación todavía no ha terminado. "No vamos a hacer comentarios sobre nadie que no esté incluidos en el pliego de acusaciones", ha dicho la fiscal. Según el Departamento de Justicia, el escándalo salpica a la elección de Sudáfrica como sede del Mundial, "corrompida a través de sobornos", la elección de Blatter en el 2011 o los acuerdos relativos al patrocinio de la selección brasileña por una compañía de deportes estadounidense.

Sobornos de 110 millones de dólares

Además, la Copa América que se disputará por primera vez en EEUU en el 2016 "fue usada como vehículo en una conspiración más amplia para llenar los bolsillos de los directivos con sobornos de un total de 110 millones de dólares", que representan casi un tercio de los costes legítimos de los derechos implicados en los torneos.

"En resumen, estos individuos y organizaciones incurrieron en sobornos para decidir quién televisaría los partidos, dónde tendrían lugar y quién controlaría la organización que supervisa el fútbol en el mundo", ha agregado Lynch, que hasta hace meses era la fiscal general del distrito este de Nueva York, encargada de la investigación. La fiscal general precisó que los acusados planearon parte de su actividad delictiva en reuniones celebradas en Estados Unidos, además de usar el sistema bancario de este país para distribuir los sobornos.

El fútbol, secuestrado

Por su parte, el director del FBI, James B. Comey, ha afirmado que esta investigación demuestra que "nadie está por encima de la ley" después de que el fútbol haya sido "secuestrado" de forma "muy agresiva", una conducta que "no será tolerada".

El fiscal interino del distrito Este de Nueva York, Kelly T. Currey, insistió en que "este es el comienzo, no es el final" de la determinación de Estados Unidos para "desmontar la corrupción global en el fútbol" junto a sus socios internacionales.

Agentes del FBI han proseguido con el registro de las oficinas de la Confederación de Fútbol del Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) en Miami, sin que hasta el momento hayan trascendido detalles sobre la investigación.

"Tenían grandes responsabilidades a todos los niveles, desde construir campos de fútbol para niños en países en vías de desarrollo a organizar el Mundial, y se esperaba que protegieran la integridad del juego. En cambio, corrompieron el negocio del fútbol mundial para sus propios intereses", ha denunciado  Lynch. "Este Departamento de Justicia está determinado a acabar con estas prácticas, a acabar de raíz con la corrupción y a llevar a los criminales ante la justicia", ha sentenciado.