ENTREVISTA CON EL PATRÓN DE LA FÓRMULA 1

Ecclestone: "Hamilton hace que la gente ame la F-1"

"Mucha gente estará feliz cuando me marche, lo tengo clarísimo", dice con sorna el magnate británico

El británico Bernie Ecclestone, poderosísimo gestor y dueño del Mundial de F-1.

El británico Bernie Ecclestone, poderosísimo gestor y dueño del Mundial de F-1. / periodico

MIGUEL MARTÍNEZ / MONZA (Enviado especial)

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-De los muchos personajes que ha conocido y convivido con ellos, ¿hay alguien a quien admire?

-Estaba unido de una manera muy extraña a don Enzo Ferrari, por el que sentía mucho respeto.Y también hacia Colin Champman. Por los dos sentía y siento una tremenda admiración.

-¿Alguna decepción? ¿Quizá de su amigo Max Mosley?

-¡Qué va! ¡Seguimos siendo muy buenos amigos! Me encantaría que Max volviera. Creo que mucha gente en la F-1 lo desea.

-¿Cómo cree usted que la gente le recordará cuando ya no esté?

-Mucha gente se sentirá aliviada y feliz cuando me marche, eso lo tengo clarísimo; sí, muy claro.

-Pero siempre habrá quien eche la vista atrás y elogie sus logros.

-Querido amigo, en estos tiempos, la gente no mira atrás.

-Usted ha dicho que Lewis Hamilton es un campeón de verdad.

-Nunca dije eso. Dije que era la mejor persona que hemos tenido en la F-1. Lewis hace que la gente ame la F-1. Llega a una gran porción de gente que no está interesada en la F-1, pero que, a través suyo, se convierten en fans, en parte de la familia de la F-1.

-Fernando Alonso ha cambiado de equipo, nueva aventura con McLaren y Honda. ¿Hizo lo correcto?

-Todos, incluido yo, por supuesto, pensamos que el motor Honda sería fantástico, así que Fernando decidió ir a McLaren. Sin duda, McLaren no está contento; sin duda, Honda no está contenta y estoy absolutamente convencido, 100% seguro, que Fernando no está contento.

-Ha salido ya el calendario provisional del próximo año: 21 carreras. Da la sensación de que la ampliación del calendario se produce hacia países que tienen mucho dinero pero poca tradición de F-1. ¿Le parece correcta esa inquietante tendencia?

-Esos países de tanta tradición a los que usted se refiere son estupendos, pero no hacen sus deberes. Creen que tienen que estar en el calendario por derecho propio y se van a dormir sin hacer lo que deben hacer y que otros sí hacen. Por ejemplo, Alemania. No sé qué ocurrirá con ellos. Tenemos un contrato, pero han de respetarlo. Monza es otro ejemplo. Está en el aire, ellos saben lo que deben hacer. ¿Lo harán? No lo sé. Y, créame, no hablo solo de dinero.

-¿No es triste irse de esos países?

-Lo que es triste es que llegamos a un acuerdo hace dos años y lo han olvidado. La gente cree que solo me interesan los contratos y no es cierto. Me gusta más la gente con la que llego a acuerdos con un apretón de manos.

-Algo en lo que también es usted muy bueno es en convertir situaciones malas o desventajas en negocios, como aquella vez que, tras un atraco con violencia, aprovechó sus moratones en la cara para posar magullado en una campaña para la marca del reloj que lucía aquel día: «Lo que son capaces de hacer por un Hublot», decía aquel eslogan tan oportuno.

-Yo siempre pienso que las ideas son baratas. Todo el mundo tiene ideas. Lo difícil es convertir esas ideas en realidad. Créame, eso no es fácil. Eso sí, cuando las tienes, debes defenderlas con todas tus fuerzas.