Dos zarpazos del Madrid noquean a un buen Villarreal

La pegada se impuso al fútbol y el Madrid salió indemne del Madrigal, no sin sufrir ante un Villarreal muy intenso, con mucha mordiente y con unas ideas claras que se estrellaron ante la falta de acierto y el muro que levantó Casillas, que ayer volvía a la titularidad. Dos tantos en la primera mitad, uno de Modric y otro de Cristiano, que suma 10 en seis jornadas, le bastaron al equipo de Ancelotti para tocar pelo (0-2) y vivir de las rentas en una segunda mitad en la que no disparó a portería.

Fiel a su dinámica goleadora, al Madrid le resbala cualquier otra idea que no sea la de solventar las situaciones con su pegada. Lo dicen los números, que hablan de que los blancos suman 15 goles en los tres últimos partidos de Liga. Agarrado a Cristiano, a Ancelotti le preocupa muy poco el fútbol que pueda generar su equipo o la sensación que pueda dejar. El italiano lo tiene claro. Primero la apisonadora, la calidad, la contra, el gol y luego, aunque sea tarde, el fútbol, con Illarra e Isco.

Antes, el Villarreal sometió al Madrid a un duro trabajo, aunque terminó por indultar a su rival, que tuvo en Casillas a su mejor jugador. Iker hizo seis paradas, cuatro de ellas muy claras. Algo que, en condiciones normales, le valdría para mantener la titularidad y confiar en que el público del Bernabéu entre en razón y deje de pitarle.

Siete minutos tardó Iker en sacar un disparo de Uche. Para entonces, la defensa blanca ya había roto a sudar ante el cerco que puso el Villarreal sobre el área rival. Reaccionó el Madrid, consciente de que aquello comenzaba a tener muy mala pinta, pero Vietto dejaba sentado a Ramos y disparaba alto solo ante Casillas (m. 28). Luego, Mario volvió a encontrar a Iker en un duro disparo.

Casillas, salvador

Cuando el Madrid comenzaba a sudar tinta, un pase de Kroos a Modric lo terminó el croata con un fuerte derechazo desde fuera del área que sorprendió a un estático Asenjo (m. 32). El tanto dio aire al Madrid y le sacó del apuro en el que estaba metido. Enfrente, el Villarreal siguió fiel a su estilo, con Cani, Trigueros, Uche y Vietto fabricando fútbol y llegadas. Todo eso lo iba a cortar en seco Cristiano en un contragolpe en que la Benzema asistió al portugués que marcó con la derecha. Era su octavo gol en los últimos tres encuentros de Liga. Cristiano no se alteró al ver una avioneta con un cartel que decía: «Vuelve a casa, Ronaldo», firmada por la afición del Manchester United.

Tras el gol de Cristiano, Iker volvía a colgarse el cartel de salvador del Madrid al detener un disparo a Trigueros y otro inmediato de Vietto (m. 41). Antes del descanso, Marcelo sacó in extremis un remate de Trigueros. Su equipo siguió intentándolo en la segunda mitad, pero sin puntería. Mientras, el Madrid achicaba agua de su área. Solo cuando aparecieron Illarra e Isco tuvo equilibrio, criterio y algo de lo que le sobró a su rival: fútbol.