El diablillo del Espanyol

Lucas Vázquez, de 23 años, cautiva en su debut en Primera con un fútbol eléctrico. El club ejercerá la opción de compra de dos millones por el extremo gallego cedido por el Madrid

Lucas Vázquez salva una entrada del sevillista Iborra en el partido disputado el jueves en el Sánchez Pizjuán.

Lucas Vázquez salva una entrada del sevillista Iborra en el partido disputado el jueves en el Sánchez Pizjuán.

RAÚL PANIAGUA / BARCELONA

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Pasaban 35 minutos de la medianoche en Sevilla y la felicidad era inmensa en el vestuario perico. El equipo estaba en semifinales de la Copa por primera vez en nueve años. En ese instante, Lucas Vázquez Iglesias (1991, Curtis, A Coruña) se dirigió al autocar del Espanyol y se fundió en un enorme abrazo con el presidente Joan Collet. Es difícil destacar a un jugador solo en la excelente eliminatoria perica ante el club andaluz. Pero el fútbol atrevido, descarado y eléctrico siempre merece un reconocimiento. Esas virtudes las representa el extremo gallego, la gran sensación de la temporada blanquiazul. Lucas es el puñal perico, un prodigio de verticalidad, regate y talento.

La prensa sevillana también dirigió sus miradas a ese menudo jugador de 23 años que maravilló por la banda derecha. «Pedazo de jugador, pedazo de diablillo», comentaban, al tiempo que dedicaban más de un improperio a Deulofeu, su hómologo en el equipo de Emery. No fue una apreciación excepcional la de Lucas. En todos los partidos suele ocurrir lo mismo. Sus detalles nunca pasan desapercibidos.

Estudiante de INEF

Mucho ha cambiado la vida de Lucas en apenas cinco meses. De estar en Segunda B (el filial del Madrid descendió el curso pasado) a debutar en Primera con nota. El Espanyol ya estaba interesado por Lucas en mayo, pero el Madrid fue dilatando su decisión hasta mediados de agosto, cuando el extremo se convirtió en el sexto refuerzo. Antes hizo la gira con el Madrid por EEUU, donde jugó contra el Inter y el Roma junto a Cristiano, Bale, Ramos o Casillas. Tres años antes se produjo su debut con el primer equipo blanco en un amistoso en Oviedo, donde marcó un tanto a las órdenes de José Mourinho.

«Todo está yendo muy rápido, pero prefiero no detenerme a pensar en lo que está pasando. Quiero seguir trabajando y disfrutando», reflexiona Lucas, que llegó cedido por el Madrid con una opción de compra de dos millones. No hay duda de que la entidad perica la ejercerá. Las condiciones están pactadas y el club blanco tendría la posibilidad de recuperar al extremo en dos años pagando el doble de lo que desembolse el Espanyol.

Lucas lleva dos goles en la Liga y uno en la Copa pero su valía va mucho más allá de sus cifras. Sus regates, asistencias y ayudas en defensas son claves en el esquema de Sergio. Contra el Sevilla fue decisivo en ambos choques. Marcó en la ida y brilló en la vuelta. Recibió 8 de las 17 faltas que hizo el cuadro andaluz, que se mostró impotente para frenar a este estudiante de INEF, un chico sencillo que empezó a despuntar en su pueblo, donde siguen con especial devoción sus avances. Los más veteranos del lugar incluso le comparan con Amancio Amaro, el mítico extremo gallego del Madrid.

Figo y Cristiano

La Copa ha servido de escaparate para Lucas, que también se ha convertido en el mejor socio de los delanteros, desde «Feli» [Caicedo] a Sergio García, «un futbolista total, tiene 31 años y parece que tiene 25». Como buen merengue, se fija en Cristiano como referente. Le sigue y admira desde su paso por el Manchester United. También le encantaba Figo.

No es fácil lo que ha logrado Lucas en Cornellà. En pocos meses se ha convertido en un ídolo del público, que ya ha coreado su nombre más de una vez, algo que llena de orgullo al extremo. «Tenemos una grandísima afición. Nos ayuda muchísimo. Les agradezco su apoyo en Sevilla. Los escuchamos todo el partido. Ahora estamos eufóricos, hemos conseguido un objetivo muy bonito: estar en semifinales de la Copa. Y no queremos frenar», comenta el jugador gallego, que recuerda el vídeo que vio la plantilla antes de saltar al Sánchez Pizjuán. «Fue emotivo, con todas nuestra gente, la que trabaja cada día con nosotros en la ciudad deportiva. Para ellos también va nuestro éxito». 

El Espanyol rastreó el mercado en busca de algún jugador para dar un poco de aire a Lucas, titular indiscutible para Sergio. Verle regatear, provocar faltas, aguantar con maestría el balón es un placer. Es de esos jugadores por los que merece la pena pagar una entrada. Y humilde. «Después del partido del Eibar hubo un cambio. Hay que prolongar esta dinámica y esta felicidad», concluye.