El desmontaje de los X-Games dañó el tartán del Estadi Olímpic

Llegó el momento de que el Estadi Olímpic recuperara su aspecto original tras la celebración de los XGames, a mediados de mayo. La pista de atletismo y el campo de césped se habían convertido en un colosal circuito de arena, con rampas y obstáculos que coches y motos deberían sortear para gozo y disfrute de millones de televidentes. Nada hacía pensar que ahí debajo, en 1992, habían hecho historia Fermín Cacho, Gail Devers o la argelina Hassiba Boulmerka, que en los 1.500 plantó cara a los integristas que querían prohibirle correr en pantalón corto.

Fue en ese menester de devolverle al lugar su verdadera esencia cuando se produjo el desaguisado. La retirada del hormigón que cubría la recta principal, frente a la tribuna, usada como zona de aceleración, no se hizo de manera correcta y se dañó el tartán, que ahora deberá cambiarse. La empresa municipal BSM, que tanto gestiona el Zoo como el Tibidabo, la zona azul o (todavía) los aparcamientos subterráneos, es la encargada de la explotación y mantenimiento del estadio Lluís Companys. Un portavoz admite el problema e insiste en que la reparación tendrá "coste cero para la ciudad" gracias a los seguros contratados.

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