DESCONTENTO BLANCO

Descolocado y sin tino

"Hemos estado imprecisos", dice Ancelotti, criticado por desubicar a Ramos

C. F. M.

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Puede que desde anoche el Madrid se mire a la Juventus con algo más de respeto de lo que pareció tras el sorteo de semifinales. Demasiada euforia para encarar una eliminatoria en la que, por ahora, los blancos van a remolque.

El equipo de Ancelotti, quizá buscando ser fiel a su historia, volvió a quedarse tieso en Turín, donde solo ha ganado en una ocasión de las ahora ya ocho ocasiones que ha visitado la capital del Piamonte: fue en 1962, todavía con Di Stéfano en el equipo. Otro dato también tendrá que tener en cuenta el Madrid cara a la vuelta en el Bernabéu, donde puede que se estén preparando toda clase de conjuros. Y es que el equipo italiano no ha quedado nunca eliminado en competición europea después de haber ganado la ida por 2-1.

Puede que la Juve ya no sea ese equipo legendario de otras décadas, pero nadie debe olvidar que lleva cuatro scudettos consecutivos conquistados y que se mueve como pez en el agua sin el balón y defendiendo cerca del área de Buffon. Son los genes italianos que nunca mueren.  Otro factor alimenta también la esperanza de la Juve de meterse de nuevo en una final de la Champions desde 1997: Pogba, el poderoso centrocampista francés, estará ya recuperado para jugar la vuelta.

Impresición en los pases

«Hemos tenido algo de mala suerte y luego en una contra nos han hecho el 2-1. El resultado no nos deja contento, pero nos vamos con la confianza que se puede remontar», explicaba con cara de pocos amigos Ancelotti al final del partido, maldiciendo sobre todo aquel cabezazo de James que se estrelló en el travesaño. Pero seguramente estaba más molesto el técnico por la mala segunda parte de su equipo, muy impreciso con el balón, faceta enla que destacó Sergio Ramos, a quien de nuevo colocó en el centro del campo, a pesar de que el club se ha gastado una millonada por Illarramendi (40) y Lucas Silva (14), este último llegado en el mercado de invierno . «Sí, hemos perdido precisión», admitió Ancelotti, que tampoco dio con la tecla cuando relevó a Isco por Chicharito.

«El Bernabéu tiene que arder y nosotros salir a matar», reclamó James, apelando ya a la épica. Delante tendrá a una vecchia signora, curtida en mil batallas, que difícilmente se asustará por más fuego que haya.