El regreso a Europa

El desafío continúa

Guardiola reivindica la ambición de un Barça prisionero de su éxito pero alerta sobre el Bayer

MARCOS LÓPEZ
LEVERKUSEN / Enviado especial

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En Alemania, el Barça inicia esta noche su aventura hacia lo desconocido después de ver cómo el Madrid de Mourinho se le ha escurrido entre las manos. Está a 10 puntos, pero el dueño de la corona de Wembley se sumerge hoy en el peligro alemán del Leverkusen -«si los dejamos correr son más fuertes que nosotros», alertó Guardiola-, en un partido, la ida de los octavos de final de la Champions, que tiene una gran trascendencia. Más allá incluso de llegar a cuartos. Se pone en duda la competitividad del Barça, un equipo que vive prisionero de su éxito. Cautivo de su propia gloria.

«Nos hemos ganado el derecho de que todo sepa a poco. Comenzamos el año y nos exigen los seis títulos. En este club parece que o se gana la Champions o es un fracaso, como si fuera tan sencillo», dijo Guardiola en la sala de prensa del Bay Arena, un moderno y coqueto estadio que acoge esta noche al Barça en el peor partido posible. Con la Liga cada vez más complicada y en febrero. «No sé por qué, pero siempre tenemos un bache en este mes», llegó a decir Alves, que lamentó el enorme «pesimismo» que se ha instalado en el entorno azulgrana. «Estamos solos, tendremos que hacer el triple para seguir adelante, con el doble no nos valdrá», afirmó el defensa, reclamando la «unión» de los jugadores.

«MARCAR ES VITAL» / También Guardiola, lacónico, triste, hasta desangelado en algunos instantes del inicio de su comparecencia, advirtió de que este partido, la ida de octavos, «es el que más nos cuesta siempre» y, además, que Alemania no le trae grandes recuerdos. «Me acuerdo del Kaiserslautern», dijo rebobinando su memoria a la noche de 1992 en la que el dream team se salvó del desastre gracias a que un cabezazo de Bakero lo guió hasta el viejo Wembley. «Es vital marcar», afirmó, consciente de que en cualquier momento del partido, juegue mejor o peor el rival, vivirá un tormento similar al de hace casi 20 años o al que sufrió hace dos en el campo del Stuttgart.

Se sintió cómodo Guardiola cuando hablaba únicamente de fútbol y luego cambió el gesto cuando se dudó de la competitividad de un equipo que ha traspasado la memoria, aunque la rutina de la Liga le haya inoculado un virus. «Después de ganar 13 títulos de 16, jamás hemos tirado nada. Hemos sido el equipo más competitivo que haya existido en el fútbol mundial en estos cuatro últimos años», recordó el técnico.

VER, OLER, DECIDIR... / Guardiola se puso luego más serio. «El único poder que tengo yo es la alineación, y lo ejecuto impecablemente. Por lo que veo, por lo que huelo... Me pagan para escoger. Yo tengo muchos más datos que nadie. Podían haber jugado Xavi, Iniesta, Cesc, pero ¿a quién saco? ¿A Thiago, a Sergi Roberto? Mal que estuvieron los chicos», dijo el técnico, irónico y orgulloso de las decisiones que tomó el sábado. «Lo he hecho 20 millones de veces, tengo razones de peso para hacerlo, tengo mucha más información que ustedes, pero debo reservarlas», añadió.

El desafío del Barça es gestionar el control emocional de su juego. «Estos años dominamos el fútbol en todas las facetas. Por eso, no había espacio para el azar. Ahora el azar lo debemos controlar jugando bien». Hoy, la prueba definitiva.