un BASTIÓN DEL MACHISMO

El deporte, agujero negro de la igualdad

IOLANDA MÁRMOL
MADRID

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Tecleen en Google «atletas españolas». Las sugerencias inmediatas que les ofrece el motor de búsqueda son «más guapas» y «se desnudan». Si introducen en cambio «atletas españoles» no se desnuda nadie y lo que aparece es «olímpicos». ¿Otra búsqueda? Tecleen «vóley playa femenino» en imágenes y comparen luego con las fotografías de «vóley playa masculino». Si creen que se trata solo de una casualidad van a tener que seguir leyendo para comprobar hasta qué punto el deporte femenino sigue siendo en España el agujero negro donde se desintegra el concepto de igualdad.

¿Se imaginan a cualquier estrella del fútbol cobrando a final de mes en un sobre? ¿O que tenga que  recuperarse de una lesión en un médico de la Seguridad Social? ¿O que en la quiniela apareciesen los partidos de fútbol femenino? O, ya puestos, ¿se imaginan a una mujer de presidenta del Barça? No es falta de imaginación, solo sobredosis de realidad.

Gran parte de las discriminaciones son invisibles, y el machismo solo sale a la palestra con los escándalos. En lo que llevamos de verano, van dos: en julio, la Federación Española de Balonmano sancionó a 21 equipos femeninos porque, en lugar de llevar biquini, se vistieron con pantalón corto; en agosto, Torrenueva (Granada) tuvo que retirar el cartel anunciador de un torneo de fútbol en el que aparecía una chica en sujetador con un balón entre los pechos. Son polémicas que se zanjan en días, pero que evidencian los residuos de sexismo en el deporte.

Conscientes de ello, dos grupos parlamentarios, ERC en el Congreso y PSOE en el Senado, presentarán en septiembre iniciativas para a subsanar esa alarmante falta de paridad. Un gran escollo está en la propia legislación. El artículo 24 del real decreto 1835/1991 establece que solo puede existir una liga profesional por cada modalidad deportiva y sexo. Es decir, como la liga profesional es masculina, las mujeres quedan relegadas a amateurs. «Si no existe liga profesional no hay convenio colectivo, ni patronal, ni derechos», se lamenta María José López, abogada de derecho deportivo. «Muchas futbolistas cobran en b, en sobres, sueldos que oscilan entre 400 o máximo 800 euros. A veces no tienen ni contrato, no cotizan a la Seguridad Social, no pueden ir a un médico privado si se lesionan», critica López.

BARRERAS INVISIBLES / Las futbolistas de la primera división femenina no llegan a mileuristas, y las de segunda mejor pagadas cobran 200 euros mensuales. «Antes la discriminación era más obvia, en competiciones de esquí los hombres ganaban un Mini y las mujeres nada. Ahora las barreras son invisibles. Yo tengo un alumno futbolista y me dice que él cobra por jugar, mientras que su hermana paga por jugar», explica Anna Vilanova, especialista en Sociología del Deporte de INEF en Catalunya. «Recuerdo el caso de la selección de rugby, los chicos se alojaban en un hotel cinco estrellas, y las chicas en un albergue. Son casos de discriminación sangrantes», lamenta Pilar Neira, la presidenta de Mulleres Deportivas Gallegas, una plataforma que lucha por la igualdad.

La abogada María José López ha llevado a los tribunales a varios equipos y lamenta que la proliferación de un contrato tipo en el que se incluye una cláusula de rescisión en el caso en que la mujer se quede embarazada. Ha visto tanta realidad que le sobran las promesas. «Me parece bien que hagan campañas y folletos violetas, pero a mí ese folleto me sirve muy poco como jurista. Si no cambian la ley, la igualdad no existe», sentencia López.

Una de las propuestas del fútbol femenino es que la quiniela incluya partidos de la liga de mujeres, y que parte de la recaudación se destine a promocionarlo. «Lo que es patético son los espónsores, que siguen primando a los hombres, y lo de las federaciones y los clubs es un escándalo, son muy machistas», se indigna Núria Puig, directora de l'Observatori Català de l'Esport.

CLUBS Y PRENSA / La falta de equidad se observa también en los cuadros directivos de federaciones y clubs, en los que la presencia femenina es anecdótica cuando no inexistente. «Mientras no haya mujeres dirigiendo el deporte no habrá igualdad real», sentencia Neira. Las deportistas creen que otro gran reto es tener mejor presencia en la prensa. ¿Por qué apenas hay retransmisiones de partidos femeninos? Y no es solo cuestión de espacio, también de lenguaje. El titular Gemma Mengual embellece la piscina, ¿tiene que considerarse un halago? Pero, para ejemplos, este: El vóley español busca derretir los Alpes suizos, con fotografía de las nalgas de las deportistas. Son titulares que lo único que derriten es el concepto de dignidad de la mujer y que confirman al deporte como gran bastión del machismo.