Cruce de reproches

Bartomeu, ayer en la presentación de su programa electoral.

Bartomeu, ayer en la presentación de su programa electoral.

JORDI TIÓ / BARCELONA

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En sintonía con el calor sofocante de las últimas jornadas, el clima de la precampaña a la presidencia del Barça empieza a acercarse al punto de ebullición cuando todavía los aspirantes tienen que pasar el corte de los avales (se necesitan 2.534 firmas) y zafarse en una campaña que durará ocho días (del 9 al 16 de julio) y que se presume convulsa. La temperatura subió notablemente entre los dos máximos aspirantes, Josep Maria Bartomeu y Joan Laporta, a propósito de la información que este martes publicaba EL PERIÓDICO DE CATALUNYA sobre las prácticas de espionaje atribuidas a Laporta durante su mandato y certificadas por el mismo Barça ante el juez, al que aportó documentación en la que se detalla que el club pagó a la agencia Método 3 por informes y servicios ajenos a la entidad, entre ellos, seguimiento a vicepresidentes, al entonces precandidato Sandro Rosell (rastrearon sus negocios) y también a políticos, partidos y personas a título individual.

«Todo esto me da pena y lástima», afirmó Bartomeu sobre las prácticas irregulares atribuidas a la junta de Laporta. «Lo que sí puedo decir es que nosotros no hemos espiado a nadie en los últimos cinco años», agregó el precandidato, empeñado en huir de la refriega cuerpo a cuerpo con su gran contrincante.

Réplica inmediata

El expresidente y ahora precandidato respondió apenas unas horas después, mientras recibía el apoyo explícito de Johan Cruyff. «Todo esto son artimañas electorales. Quieren meterme en el mismo saco, pero los que están procesados por corrupción son ellos», sentenció Laporta en referencia al presunto delito de fraude fiscal al que se enfrenta el club, Rosell y Bartomeu por el caso Neymar.

«El juego sucio empieza siempre por la misma parte. Son los que predican la paz y luego van demandando», agregó Laporta, destacando la dificultad de que el proceso electoral deambule por los cauces del juego limpio y la simple propuesta de programas. «Yo no he firmado facturas para que se espíe a nadie, no tengo que pedir perdón ni devolver ninguna cantidad de dinero porque no he hecho nada de esto que me atribuyen», sentenció luego en 8TV.

Precisamente de su proyecto habló también Bartomeu, quien destacó que el futuro del club debe sustentarse en el Espai Barça, un proyecto «viable económicamente y sostenible que tiene que convertirse en el gran eje vertebrador de la entidad».  En el ámbito deportivo, apostará por reforzar la apuesta por la cantera con el programa La Masia 360, iniciativa que pretende hacer un seguimiento de los deportistas y técnicos desde su entrada en el club hasta la retirada.

Apuesta por Catar

Bartomeu, que durante los próximos días irá desgranando su programa, seguirá apostando por Qatar Airways como gran patrocinador de referencia, «una gran compañía aérea que quiere abrirse al mundo y que ayuda al Barça a hacerse más grande». En este sentido, recordó que el patrocinio actual finaliza en el 2016 pero que ya tiene sobre la mesa una nueva oferta (unos 60 millones de euros al año) para las próximas temporadas, aunque agregó que la continuidad del actual patrocinador «deberá ser refrendada por la asamblea de compromisarios».

Bartomeu defendió la labor de la junta gestora, a la que el resto de precandidatos acusan de sobrepasar sus funciones en temas deportivos en favor de la precandidatura oficialista. «La junta gestora está haciendo el trabajo que planificamos con Luis Enrique y los técnicos», sentenció.

Cuantos más, mejor

También valoró la posibilidad de que varios precandidatos pasen el corte de las firmas. «Cuantos más candidatos seamos, mejor para el Barça y para los socios. Será la forma de contrastar los programas y decidir lo mejor para el club», dijo Bartomeu.