Conte corona al Chelsea

El equpo londinense remata en campo del West Bromwich la conquista de la Premier (0-1)

Antonio Conte, manteado por sus jugadores del Chelsea.

Antonio Conte, manteado por sus jugadores del Chelsea. / periodico

POL GUSTEMS / MANCHESTER

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Chelsea escogió uno de los estadios emblemáticos de la Premier League para proclamarse campeón de liga. The Hawthorns, a las afueras de Birmingham, hogar del West Bromwich, no es el recinto más agradable, ni el más ruidoso, ni el que recibe a sus adversarios con futbolistas de talla mundial. Sin embargo, desde la llegada del galés Tony Pulis a la dirección técnica, ganar allí solo es apto para los más inspirados. Los blues de Antonio Conte superaron al conjunto local con un gol de Batshuayi, que salió en la segunda parte (0-1, m. 82).

"Work, work, work...". Antonio Conte repitió la palabra trabajo en 32 ocasiones durante su primera rueda de prensa. Quizá sea la que mejor describa a un entrenador apasionado, excéntrico y maníaco de la precisión que ha conseguido el título en su primer año en Inglaterra. Es el cuarto manager italiano que escribe su nombre en el palmarés de la Premier tras Carlo Ancelotti (Chelsea, 2009-10), Roberto Mancini (Manchester City, 2011-12) y Claudio Ranieri (2015-16).

Una proeza si tenemos en cuenta el décimo puesto del curso pasado en Stamford Bridge. Con apenas tres fichajes titulares (Ngolo Kanté, David Luiz y Marcos Alonso) y el regreso de un cedido (Víctor Moses), el italiano ha construido un bloque sólido, solidario y hambriento de victorias. El mercado de fichajes fue frustrante y tampoco se reemplazaron puestos clave en invierno, cuando Óscar decidió irse a China.

La temporada sin Europa no exigió la profundidad de una plantilla que volvió a liderar la magia de Eden Hazard. El belga ha resuelto cualquier problema en un año superlativo. Diego Costa casa perfectamente con la garra de su entrenador. Pedro Rodríguez ha vuelto a su mejor nivel y Cesc Fàbregas ha asumido un rol de duodécimo hombre con una naturalidad insospechada.

Carácter delirante

El carácter delirante que ha mostrado Conte en el área técnica, a veces de poco agrado en los banquillos rivales, le ha acercado muchísimo a los aficionados. Ha celebrado goles lanzándose al público. Después de los encuentros ha ordenado a sus futbolistas que se acercasen a la gente. Este comportamiento enamora a los seguidores ingleses porque les recuerda al pasado. Stamford Brigde rápidamente ha olvidado el nombre de José Mourinho.

Sin su carácter perfeccionista, Conte jamás se hubiera mantenido como jugador en la Juventus rodeado de hombres con más calidad que él, por ejemplo Zidane. Ahora recibe elogios porque gana, pero no hay más opciones tras 111 triunfos en los últimos 150 partidos que ha dirigido. Es alumno de cuatro grandes italianos: Trapattoni, Lippi, Sacchi y Ancelotti. En los 10 años que dice que le quedan como entrenador, va en camino de colocar su nombre junto al de sus maestros.

Un buen sastre

Conte cumplirá 48 años en julio. Sus desengaños como técnico quedan lejanos. En su primer trabajo, en el Arezzo, le despidieron tras 9 partidos sin una sola victoria. Su sucesor lo hizo peor y lo volvieron a llamar para terminar el curso. Ganó cinco partidos seguidos, pero aun así descendieron. Luego subiría a Primera con el Bari y con el Siena. Devolvería a la Juventus a su estatus de primer equipo del país y dirigiría con éxito a Italia.

Estudió inglés durante un año antes de llegar a Londres. Sigue en un aprendizaje lento, pero su poco dominio del idioma no le ha impedido comunicar sus ideas a la plantilla. El Chelsea defiende con orden, ocupa todos los espacios en el centro del campo y tiene una velocidad vertiginosa al contragolpe. A principios de temporada dijo: "El entrenador es un sastre, debemos escoger el mejor traje para el equipo". El Chelsea termina la Liga vistiendo de campeón.