EL JUICIO A un deportista

Condena firme a Pistorius

La jueza da por hecho que el atleta disparó a su novia, por lo que puede pasar 15 años en la cárcel

Oscar Pistorius sale de los juzgados, custodiado por los policías, ayer en Pretoria.

Oscar Pistorius sale de los juzgados, custodiado por los policías, ayer en Pretoria.

AGENCIAS
PRETORIA

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Ha evitado la cadena perpetua, pero Oscar Pistorius puede verse entre rejas durante los próximos 15 años después de que la jueza Thokozile Masipa le declarase culpable de homicidio al considerar probado que el atleta sudafricano disparó intencionadamente a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, de 29 años, a la que Pistorius aseguró haber confundido con un ladrón en el cuarto de baño de su casa, el día de San Valentín del 2013. El 13 de octubre se conocerá la pena final que deberá cumplir el deportista.

Llorando y sin limpiarse la mucosidad que la caía de la nariz, el atleta escuchó el veredicto con la misma emoción con que una horas antes había eludido pasar los próximos 25 años en la cárcel al ser declarado no culpable de asesinato. Sin embargo, haber llegado a esa meta no le apartó de otra carrera, la más triste y dura de su vida, que puede terminar con una condena de hasta 15 años de prisión tras ser acusado de homicidio, por lo que el peso de la ley no habría terminado aún de caer sobre el atleta paralímpico, quien después de librarse de la cadena perpetua lo celebró con sus familiares entre lágrimas y rezando.

Todo lo contrario sucedió con la familia de Reeva. Su madre se quejaba amargamente del desenlace del juicio. «Creo que el veredicto es equivocado. Ellos creen su historia; yo, no. Le disparó a una puerta y no creo que fuera un accidente. Reeva tuvo una muerte dolorosa, horrible y sufrió», afirmó June Steenkamp, madre de la novia del atleta. Su padre aseguró que todos los que han seguido el juicio «no se lo pueden creer, pero no va a cambiar nada porque no van a traer de vuelta a mi hija porque se ha ido para siempre».

VEINTE MESES DESPUÉS / Dentro de un mes, exactamente el 13 de octubre, Pistorius sabrá la sentencia. Habrán pasado 20 meses desde que un día de San Valentín el atleta disparase intencionadamente, según la jueza, varias veces a su novia a través de la puerta del cuarto de baño de su casa. Unos hechos que la magistrada considera «sobradamente probados», aunque también argumenta que no tuvo intención de matar, con lo que acepta la versión del atleta que declaró que disparó preso del pánico, aunque rechazó que apretara el gatillo de forma accidental.

«Disparó preso del pánico, aunque actuó de una forma negligente y culposa», declaró la juez, que desestimó levantar la libertad provisional de Pistorius, que el atleta consiguió ocho días después del asesinato de su novia tras pagar una fianza de 85.000 euros. La magistrada entiende que no hay riesgo de fuga, todo lo contrario que el fiscal, que afirmó que el acusado había vendido todas sus propiedades en Sudáfrica, dando a entender que ya no tiene vínculos con ese país.

SIN RIESGO DE SUICIDIO / Distinta fue la versión de la defensa, que considera que lo que llevó a Pistorius a deshacerse de sus bienes tenía que ver más con el pago de los costes de sus abogados que con otra cosa. El fiscal echó mano entonces de un posible riesgo de suicido y recordó el altercado en el que el atleta se vio envuelto el pasado mes de julio en un bar. Tampoco la jueza tuvo en cuenta esa teoría y el atleta paralímpico quedó en libertad.