Con la idea de no bajar de escalón

El Atlético invierte más de 100 millones para asegurar la competitividad tras la marcha de varias de sus estrellas

C. F. M.
MADRID

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Se marcharon Diego Costa, Courtois, Filipe Luis y Villa, pero al Atlético le gustaría acostumbrarse a seguir pisando el cajón más alto del podio. Firmó la temporada pasada una campaña histórica cuando nadie daba un euro por que consiguiera despegar del pelotón de segundones para codearse con los dos grandes y acabó ganando la Liga y se quedó a un suspiro de alzar también la Champions. Un logro complicado de repetir, pero que los allegados al conjunto madrileño no descartan al menos en lo que a las competiciones domésticas respecta. Para empezar, lo mejor sería frustrar hoy al Madrid la posibilidad de alzar su segundo título. No compensaría lo que sucedió en Lisboa después del gol de Ramos en el minuto 93, pero constituiría un buen indicio de lo que puede ocurrir más adelante.

Tampoco quieren bajar de escalón los jugadores y el entrenador, Diego Pablo Simeone, pese a que este no deje de repetir que el verdadero objetivo vuelve a ser superar al Sevilla, Athletic y Valencia en la competencia por el tercer puesto de la competición liguera que da acceso a una plaza directa a la Liga de Campeones. Un ramalazo de modestia más o menos forzado para hacer ver a su remozada plantilla que se vuelve a empezar de cero, que la filosofía del partido a partido no cambia sino que se acentúa y que lo primero es la solidaridad para volver a disfrutar de un bloque competitivo.

PLANIFICACIÓN / No faltan estos días quienes dejan caer que no pueden pasar otros 18 años entre título y título de Liga ni  esperar otros 40 para disputar otra final de la primera competición europea. Son los mismos que todavía no se explican cómo, tras el doblete del 96, el Atlético se precipitó a un proceso de descomposición cuando todo apuntaba a cubrir un ciclo triunfal. La mayoría, sin embargo, espera que esta vez la planificación y, sobre todo, la continuidad de Simeone consigan que el proyecto tenga continuidad y acabe convertido en una realidad mucho más duradera. El Cholo es sin duda la mayor garantía de competitividad y nadie duda de que el conjunto colchonero seguirá siendo algo más que un invitado molesto.

El Atlético, después de dos años con un gasto ajustadísimo en fichajes en comparación con blancos y azulgranas, no solo se ha fundido en esta ocasión lo ingresado por las ventas, sino que ha aumentado su inversión hasta más de 100 millones. Han llegado Madzukic, Griezmann, Oblak, Moyá, Siqueira, Ansaldi, Raúl Jiménez, Gámez y Correa, una batería importante de refuerzos para seguir haciendo más de lo mismo, pese a las diferencias evidentes entre los que se va y lo que viene. La llegada del delantero croata implica un cambio de estilo ofensivo hacia finalizaciones con más centros al área y remate, aunque Griezmann puede aportar más goles y variantes que Villa. El rendimiento de Courtois será difícil de igualar, así como el de Filipe Luis en la banda izquierda.

ESTABILIDAD EN LA IDEA DEL JUEGO / Pese a tanta incorporación, Simeone es el primero en subrayar que la estructura del equipo no va a variar dentro de la intensidad y la presión, porque la base se mantiene. «La intención y la agresividad serán las mismas. Eso nos da estabilidad para mantener la misma idea de juego». Son palabras del técnico en la víspera de la ida de la Supercopa contra el Madrid, que ya puede certificar que el Atlético tiene el firme propósito de volver a estar en la carrera por los títulos. Los relevos prometen, el núcleo duro continúa y el carácter es innegociable. Bajo la dirección de Simeone no puede haber ningún jugador que se canse de ganar. Su trabajo ha apuntado en dos años y medio que el Atlético no es flor de un día, pero lo difícil no es llegar sino mantenerse.