La situación de los dos grandes

La casa por la ventana

James Rodríguez celebra uno de sus goles ante Uruguay en el Mundial.

James Rodríguez celebra uno de sus goles ante Uruguay en el Mundial.

ANTONIO MERINO
MADRID

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Florentino sigue completando su escaparate con piezas del Mundial. Primero fue Toni Kroos, luego Keylor Navas y ahora James Rodríguez, un chaval que acaba de cumplir 23 años, que milita en el Mónaco y que ha despuntado en el Mundial, donde se ha convertido en el máximo goleador, con seis tantos, tres menos de los que marcó con su equipo la pasada temporada. El Madrid pagará 80 millones por el mediapunta, con lo que incluirá al colombiano en el selecto club de los futbolistas más caros. En esa clasificación, James se convertirá en el quinto fichaje más caro de la historia tras Cristiano, Bale, Neymar y Luis Suárez.

A falta de galácticos, Florentino ha puesto su mirada en los brotes verdes del Mundial de Brasil. Ocho días después de la final entre Alemania y Argentina, el dirigente blanco se ha llevado lo más vistoso de la gran cita futbolística, aunque el destino de esas contrataciones sea cubrir las mismas demarcaciones que la temporada pasada. Hace un año se fichó a Illarramendi por 40 millones y ahora llega Kroos (30 millones) para ocupar esa misma posición y realizar la función de acompañar a Xabi Alonso en la zona ancha. Algo similar sucede con James Rodríguez, que se convertirá hoy en nuevo jugador blanco para las próximas seis temporadas con una ficha anual de siete millones de euros. A los 80 millones de su precio hay que añadir los 30 que pagó el Madrid al Málaga por Isco, que juega en la misma posición que James.

FRENAR AL BARÇA / Esos 110 millones invertidos por el club blanco parecen destinados a contrarrestar el fichaje de Luis Suárez, un jugador que aparecía en la agenda del Madrid y que finalmente ha recalado en el Barcelona. El delantero uruguayo formará una línea ofensiva de un altísimo nivel, junto a Messi y Neymar. Enfrente, el Madrid dispondrá de la tripleta más goleadora de Europa, con Cristiano, Bale y Benzema, aunque eso no parezca ahora del todo suficiente.

Hace un año ocurrió algo parecido con Neymar, quien después de pasar las pruebas médicas en tierras brasileñas con el Madrid, recaló finalmente en el equipo azulgrana.

La llegada de Neymar supuso que Florentino echase el resto en la contratación de Gareth Bale hasta terminar por plegarse a las exigencias de Daniel Levy, presidente del Tottenham, que cifró el traspaso del galés en 100 millones, 9 más de lo que el club blanco dijo haber pagado.

MÁS CARO QUE ZIDANE / El bombazo de este verano se llama James, el tercer fichaje más caro de la historia del club blanco tras Cristiano y Bale, y el quinto de todos los tiempos. Cuesta 16 millones menos que Cristiano y es más caro que el mismísimo Zidane (73 millones). Detrás de esos 80 millones que pagará el Madrid al Mónaco subyace la idea de Florentino de rentabilizar el fichaje a través de la irrupción en el mercado colombiano, un país que se ha visto convulsionado nada más conocer que su gran estrella va a aterrizar en el Madrid junto a su ídolo Cristiano.

El mediapunta colombiano elevó su cotización tras su gol a Uruguay en el Mundial. Aquella volea con la izquierda desde fuera del área se ha convertido en el mejor tanto del torneo, según una encuesta de la FIFA en la que el 75% se ha decantado por el gol del nuevo jugador madridista. A ese decisivo tanto responde en gran medida la presencia de James en la nómina de jugadores blancos.

LÍDER DE ASISTENCIAS / También se ha incluido su condición de mejor asistente de la Liga francesa la pasada temporada, con 14 pases de gol. Una circunstancia que agradecerá Cristiano, que lamentó la salida de Özil el pasado verano. Aquel número 10 del ahora jugador del Arsenal lo lucirá James, que será presentando hoy en el palco del Bernabéu, el mismo lugar donde el viernes 10.000 seguidores asistieron a la puesta de largo de Kroos.

James debería haberse presentado ayer con el Mónaco. El jugador colombiano viajó el domingo desde Medellín, pero después de hacer escala en Madrid, su destino fue Portugal. Allí se reunió con su representante, Jorge Mendes, que le aseguró que no hacía falta que se trasladara al Principado porque su fichaje por el Madrid ya era una realidad.