El cambio por sistema

Ni los jugadores saben la magnitud de lo que está sucediendo ahora mismo en el Camp Nou. Pero en apenas cuatro partidos, con cuatro triunfos, siete goles a favor, cero en contra y dos porteros utilizados (Bravo y Ter Stegen), Luis Enrique no solo está agitando estructuras en el Barça sino que ha roto jerarquías. En menos de un mes (la Liga empezó el pasado 24 de agosto), el técnico ha removido al equipo con tanta virulencia que ha usado ya a 22 jugadores, 19 del primer equipo, abriendo la puerta a tres talentos del filial: Munir, Sandro y Samper, por estricto orden de aparición. Y 21 han tenido el privilegio de ser titulares.

El mensaje adquirió su mayor contundencia en el once que presentó en el corto triunfo sobre el Apoel en el debut europeo. «¿Hice 9 cambios de 11? Pues, aún me quedaban dos por cambiar», dijo Luis Enrique tras estrenarse con victoria en la Champions. Esos dos son Messi, el único que no se ha perdido ni un solo minuto, y Munir. Ambos han sido titulares en los cuatro partidos. Los demás, no. «Todavía he sido conservador para lo que yo considero mi manera de gestionar la plantillas», añadió después el técnico sonriendo como si fuera una broma. Pero no tenía nada de broma esa frase. «Tengo confianza ciega en mis jugadores, confianza ciega», sentenció.

Rotaciones bajo los palos

No solo habla Luis Enrique con sus palabras sino también con sus gestos y, sobre todo, con sus decisiones. En cuatro partidos, cuatro alineaciones distintas, roles diferentes (Xavi, Piqué y Bartra, por ejemplo, están ahora en un segundo nivel por detrás de Rakitic, Mascherano y Mathieu) en piezas claves del equipo y un asunto, el de la portería, que entró el miércoles en un nuevo escenario. No habrá un portero fijo para la Liga, otro para la Champions y un tercero para la Copa. «Ni yo mismo sé quien irá jugando», llegó a decir el técnico, que rememoró además su paso por el Mini Estadi cuando en el Barça B hacía jugar «siete partidos» a Miño, Oier y Masip, a quien tiene ahora en el primer equipo. «Eran siete, siete, siete e iban rotando entonces...».

Ni los jugadores saben a quien le tocará jugar. Bravo ha sido titular en la Liga (tres partidos, 0 goles encajados), Ter Stegen en la Champions (1 encuentro, 0 goles) y Masip, quien sufrió una fractura en el quinto dedo de la mano derecha a inicios de mes y le quedan aún 15 días más de baja como mínimo, no se estrenó todavía. «Si alguno se duerme, igual no juega siete y solo juega uno. Sé que no es muy habitual, pero Marc estuvo en su papel, Claudio también y cuando le toque a Jordi lo estará».

15 con Tata, 0 de la cantera

Al Camp Nou le tocará asimilar esa nueva situación. Irá al estadio o se pondrá delante de la televisión sin saber quien es el portero titular, si es que existe, claro, y haciendo combinaciones sobre las alineaciones que presente Luis Enrique, un técnico tremendamente intervencionista ya desde la lista de convocados. Dio descanso en Europa, por ejemplo, a Busquets, Pedro, Mascherano, Jordi Alba y Montoya, que llegarán frescos el domingo al Ciutat de Valencia para medirse al Levante en la Liga. Además, en los cuatro partidos, él ha agotado siempre los tres cambios, dejando abierta de par en para la pasarela del Mini al Camp Nou para que desfilen jóvenes como Munir, Sandro (el único que no ha sido titular aunque ha salido desde el banquillo en Villarreal, marcó un gol decisivo, Atlhetic y Apoel) y Sergi Samper.

Si Tata Martino, en sus primeros pasos en el Camp Nou, solo empleó 15 jugadores en los cuatro primeros encuentros (dos victorias, dos empates, 9 goles a favor, 1 en contra y la Supercopa de España en el Museo) y ninguno era de la cantera, Luis Enrique disfruta manejando la plantilla. Por ahora, han sido 22 los futbolistas que ha utilizado quemando etapas con los jóvenes de manera espectacular. En menos de un mes, Munir y Sandro han debutado tanto en la Liga como en Europa, mientras Samper se asomó a la noche de su vida -llegó con seis años a la Escola del club y no ha vestido otra camiseta que la azulgrana- escuchando la música de la Champions. Hay un esqueleto básico-Mascherano, Mathieu, Busquets, Rakitic, Iniesta, Messi, Neymar...- y muchas pieles en ese Barça mutante.