LA TEMPORADA ACIAGA DEL BICAMPEÓN DEL MUNDO DE MOTOGP

Caídas con sonrisa

Márquez, el piloto que más se cae en MotoGP, está convencido de que el 2016 será diferente

Marc Márquez analiza una vuelta de Aragón con su telemétrico Carlo Luzzi.

Marc Márquez analiza una vuelta de Aragón con su telemétrico Carlo Luzzi.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS
BARCELONA

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Eran los primeros ensayos invernales en Malasia-2013. Era el debut de Marc Márquez en MotoGP. Y Márquez se cayó los tres días. Los ingenieros japoneses de Honda, que observaban cómo el novato trataba de hacerse con los controles de su moto con excesiva fogosidad, estaban muy preocupados. Al concluir los ensayos, Takeo Yokoyama, ingeniero líder del proyecto RC213V, arrinconó con tacto a Márquez. «Me pidió calma, me dijo que no tenía necesidad de arriesgar tanto», recuerda Marc. Es más, el bueno de Yokoyama añadió: «Tú este año solo tienes que aprender; el título lo tiene que ganar Dani Pedrosa».

Dicen que la respuesta del joven Márquez fue contundente. «Lo siento, Takeo. Te entiendo, pero este es mi estilo y lo seguirá siendo. No me caigo porque quiero; me caigo porque es la única manera que conozco de encontrar el límite. Si queremos ganar, no hay otra forma de progresar. No busco caerme; si pensara que me voy a caer, dejaría de ir rápido». Yokoyama, que sigue junto a Márquez, entendió el mensaje, pero no dejó que Marc abandonase Sepang sin decirle: «No nos importa que destroces una moto en cada salida; no nos preocupa el dinero, nos preocupa, y mucho, que te hagas daño».

Los cinco ceros que lleva sumados Márquez este año («demasiados ceros, no solo para un campeón, sino para cualquier piloto») dan la sensación de que Marc se cae mucho. Y, sí, es el piloto de MotoGP que más se ha caído en los tres últimos años (38 veces) pero, hasta esta temporada, solo se caía en entrenamientos «por eso, porque solía caerme mientras buscaba el límite de la moto, mientras nos conocíamos».

Así, en aquel pletórico 2013, cuando se convirtió en el piloto más joven en conquistar el título de la categoría reina, se cayó 15 veces pero solo una en carrera, en Mugello. Y en el esplendoroso 2014, cuando cosechó 13 victorias (Catar, Austin, Argentina, Jerez, Le Mans, Mugello, Barcelona, Assen, Alemania, Indianápolis, Inglaterra, Malasia y Valencia, las 10 primeros seguidas) se cayó 11 veces pero solo dos en carrera: Misano y Australia.

Imposible rectificar

Este año, en el que, incluso con cinco ceros (Argentina, Mugello, Barcelona, Inglaterra y Aragón) aún puede ser matemáticamente campeón, la culpa la tiene la moto, que, como reconoció, Dani Pedrosa, «ni se deja domesticar ni quiere que la lleves por los sitios que ella no quiere ir»«Las tres primeras caídas -reconoce Márquez—fueron por culpa de que no me sentía a gusto sobre la moto, no iba cómodo. En años anteriores, cuando era un placer pilotarla, incluso salvé muchas caídas, precisamente porque al ser la moto una prolongación de tu cuerpo, podíamos rectificar».

Eso sí, Márquez, que ayer volvió a ser el más veloz en los tests de Motorland, reconoce que tanto la caída de Inglaterra en mojado como la del domingo en Aragón son culpa suya. «Solo espero que todas las desgracias se junten este año y que, en 2016, transformemos las caídas en alegrías».