LA JORNADA DE LIGA

Caicedo salva al Espanyol de la quema ante el Sevilla (1-0)

El equipo de Galca se aleja de los puestos de descenso tras un partido de menos a más ante un rival desaparecido

Caicedo festeja su gol ante el Sevilla.

Caicedo festeja su gol ante el Sevilla. / EFE / Alejandro Garcia

JOSÉ MARÍA EXPÓSITO / CORNELLÀ DE LLOBREGAT

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Respira el Espanyol. Un gol de Caicedo ante un Sevilla plagado de reservas ha sacado al equipo blanquiazul de una situación muy complicada. El equipo de Constantin Galca empezó el partido a dos puntos del descenso y sabiendo que todo lo que no fuera de ganar, con la visita al Camp Nou en la agenda, le asomaba al abismo. Ante un rival que dejó en Sevilla a seis titulares y que alineó a tres debutantes del filial, la victoria era obligada. Con 40 puntos la salvación no es segura, pero podría llegar la próxima semana incluso perdiendo contra el Barça.

A la hora de la verdad, no se notó la diferencia de necesidad entre uno y otro bando. Lejos de salir a por todas ante un rival que se presumía relajado, el Espanyol propuso un partido precavido. Procurar no ceder ocasiones atrás e intentar cazar un contragolpe. El problema es que en esa faceta ofensiva no se atisbó un plan. Recuperado el balón (y la defensa del Sevilla hizo varios regalos), parece comenzar una guerra individual. Nadie acompaña. Quien la lleva, tiene que apañárselas por sí solo, con Caicedo como única opción de pase. Y es un decir, porque el ecuatoriano suele estar rodeado de defensas.

MAL INICIO

Además, individualmente, nadie tuvo el día de salida. Víctor Sánchez estuvo bastante gris al tomar decisiones al contragolpe. También Marco Asensio y Hernán Pérez, aunque el paraguayo fue el más incisivo, buscando las cosquillas al debutante Matos. Y aunque tuvo un inicio calamitoso, se fue entonando y si la grada del Espanyol soñó con el gol antes del descanso fue gracias a sus incursiones.

Las suyas y las de Rober Correa. El lateral empezó sufriendo para tapar a Matos (un centro suyo casi lo remata a gol Llorente a los 11 minutos), lo que le retuvo en su posición, pero con sus dos únicas subidas se coló entre la medular y la defensa sevillistas.

Con todo, lo más cerca del gol que estuvo el Espanyol en la primera mitad fue en un chut de Víctor Sánchez en el añadido que se estrelló en la red lateral. El Sevilla, por su parte, piso en alguna ocasión el área de Pau, de nuevo titular, a través de dos vías: el juego entre líneas de Iborra y las incursiones de Diogo, que encontró un agujero en la espalda de Rubén Duarte.

PITOS DE LA GRADA

La paciencia de la grada no duró 90 minutos, como habían pedido varios jugadores durante la semana, sino que la afición despidió a sus hombres con algunos pitos y gritos de "échale huevos". Y no se sabe si fue antes el huevo o la gallina, pero en la segunda mitad el Espanyol dio otra imagen fruto de la cual llegó el gol de la victoria (o a la inversa).

Cornellà se enardeció primero con un remate al palo de Víctor Sánchez a pase de Asensio (m. 49), aunque el árbitro señaló falta, y tres minutos después el balón volvió a estrellarse en el poste, esta vez tras disparo de Asensio. Mientras la relajada zaga sevillista miraba la estirada de Rico, Caicedo olfateaba la ocasión de gol. Vio venir el rechace y marcó a placer para delirio de la grada su noveno gol de la temporada.

TRES POSTES

El plus de confianza del gol, sumado a que el Sevilla viajó para cumplir el expendiente, le dieron otro aire al partido. Asensio, Víctor Sánchez y Hernán Pérez crecieron y el balón no salía del campo visitante. El partido tuvo que quedar sentenciado en una triple ocasión en la que Víctor primero y Hernán Pérez después toparon con Sergio Rico, antes de que Gerard, que reemplazó a Caicedo, hiciera sonar el aluminio de la portería por tercera vez en la tarde.

No llegó el gol de la tranquilidad, pero tampoco sufrió la grada por el empate más allá de lo ajustado del marcador y de la clasificación. Los tres puntos prácticamente garantizan la permanencia, que puede quedar asegurada incluso perdiendo en el Camp Nou, adonde el Espanyol viajará sin Óscar Duarte ni Álvaro, por acumulación de tarjetas.

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