VIOLENCIA EN EL FÚTBOL REGIONAL EN BARCELONA

Bofetadas antes del partido de los niños en la Barceloneta

El municipal Parc de la Catalana ha vivido una pelea multitudinaria este mediodía antes de que saltaran al campo los benjamines de 9 años

La entrada al Camp Municipal Parc de la Catalana.

La entrada al Camp Municipal Parc de la Catalana. / periodico

XABI BARRENA / BARCELONA

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Cada fin de semana Wilson, Àlex, Adri, Nacho, Aitor y como ellos todos los niños de la categoría Benjamín, de entre 8 y 9 años, sostienen, antes de iniciar su partido, y junto al árbitro y sus contrincantes, una pancarta en favor del juego limpio. También este domingo, a las 14 horas, en el campo del Parc de la Catalana, o de la Barceloneta, donde juegan sus match como locales. Pero, esta vez, con mucho más escepticismo. Y es que el partido de los chavales vino precedido de una tremenda bronca en el partido de adultos entre el Catalonia (local) y el UDAF Inter SM, de la Tercera Catalana, la antigua segunda regional.

El partido fue suspendido por el árbitro en el minuto 90 justo cuando los locales se disponían a lanzar un penalti que podía suponer el empate a tres. Los visitantes se habían colocado 0-3, pero habían sufrido tres expulsiones. Jugaban con ocho. Los ánimos estaban encrespados. “Siempre igual” dijo uno de los jugadores del Inter SM a un familiar en la grada, “deberíais tener 20 puntos más, le repuso el amigo o familiar”. Una queja estrictamente deportiva.

Justo en la espera del lanzamiento, y cuando el árbitro estaba ocupado en alguna de las tanganas que se organizaron en la zona de los banquillos, uno de los jugadores expulsados del Inter SM entró en el terreno de juego y dio un cabezazo al central del Catalonia. Se cruzaron insultos entre la grada y el jugador que respondió uno por uno a ellos, en especial a una muchacha que, visiblemente nerviosa, se le encaró. El jugador trató a la joven más o menos, o exactamente, en los mismos términos que algunos zafiamente insultaron a diputadas de la CUP hace unos meses. También la invitó a mantener relaciones orales. Se montó una bronca en la que varios jugadores visitantes saltaron a la grada. Algunos padres, que allí esperaban que empezaran los benjamines, cogieron en brazos a niños de corta edad que jugueteaban entre el cemento ante el riesgo de sufrir algún percance. Los jugadores del Catalonia y no pocos del propio UDAF Inter se lo miraban todo incrédulos e intentando conciliar los ánimos.

LLEGA LA POLICÍA

La bronca prosiguió en el túnel de vestuarios. El árbitro (no hay árbitros auxiliares) se recluyó en su caseta en una actitud en absoluto reprochable, como mucho cabría preguntarle por qué no lo hizo antes. Luego llegaron los antidisturbios de la Guardia Urbana y dos furgonetas de los Mossos d’Esquadra. Se oyeron intenciones de presentar denuncias ante la policía por agresión y corrían rumores sobre los antecedentes penales de alguno de los implicados.

Mientras, los chavales del Benjamín esperaron a que amainara la tormenta encerrados en su vestuario. Sus entrenadores, que ejercen más de hermanos mayores que del clásico Mr.Látigo, no los dejaron salir. Los niños no vieron ninguna de las agresiones que se produjeron, sí oyeron los insultos y palparon la tensión existente. Y salieron al campo con cara de sorpresa, no de susto.

La sorpresa que no mostró uno de los trabajadores de la instalación. “Cada semana es lo mismo. Hace unos domingos se apuñalaron dos del mismo equipo”, aseveró con gesto muy cansado.