BCN vive como nunca la fiesta del maratón

Las calles se llenan para animar a los 15.000 participantes de una prueba con marcas discretas dominada por los africanos

'Liebres' salvadoras Tres 'pacemakers' guían a un grupo a 2,45 horas.

'Liebres' salvadoras Tres 'pacemakers' guían a un grupo a 2,45 horas.

JOAN CARLES ARMENGOL
BARCELONA

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El maratón de Barcelona no para de crecer. Algunas veces es en el número de atletas inscritos, otras en el de plusmarcas conseguidas por los mejores, en otras en el aspecto organizativo... Y ayer fue en el de la respuesta ciudadana. Definitivamente, la ciudad se ha hecho suya la carrera de la mítica distancia olímpica y ha decidido que, en vez de protestar o de abstenerse, se volcará -a partir de ahora ya sin reservas- en el seguimiento y el ánimo de esos locos del running que se aventuran a cubrir los 42,195 kilómetros de un maratón que es, cada vez más, una fiesta.

Nunca, en los 37 años de historia del maratón (35 de ellos en recorrido mayoritariamente urbano), Barcelona se había entregado, como hizo ayer, a su carrera estrella. Las calles se llenaron de público para dar todavía más calor a los corredores, que ya de por sí sufrieron el repentino impacto del aumento de las temperaturas (muchos de los participantes cubrieron buena parte de su recorrido por encima de los 20 grados).

Las carreras a través de las estaciones de metro fueron ayer habituales para que los fieles seguidores de los atletas les pudieran alentar en varios puntos del circuito. Centenares de miles de personas respaldaron el esfuerzo de los participantes en prácticamente cada kilómetro del recorrido.

«UN CARÁCTER ESPECIAL» / «Hemos situado el maratón de Barcelona como uno de los mejores del mundo, y hemos conseguido que sea una carrera con un carácter especial», aseguró el alcalde de la ciudad, Xavier Trias. «Hay que destacar el magnífico clima ciudadano y festivo que respira la carrera, lo que unido al recorrido turístico y el buen clima la convierten en una de las más atractivas para los atletas», añadió la teniente de alcalde Maite Fandos. Todas esas cosas son ciertas, además del hecho de que la ciudad saca cada vez más partido económico de su maratón, ya que, de los 17.926 inscritos, un 40% proceden del extranjero y otro 16% de fuera de Catalunya, con las pernoctaciones de corredores y acompañantes que eso supone.

Sin embargo, no todo fueron buenas noticias ayer. El nivel de participación bajó por segundo año consecutivo y, de los inscritos, solamente 14.839 corredores tomaron efectivamente la salida. De ellos, finalizaron la carrera 14.228, una cifra de finishers por debajo de las registradas tanto en el 2013 (14.776) como en el 2012 (16.010, récord de la prueba en número de acabados).

Tampoco en cuanto a participación de élite el ayuntamiento y la empresa organizadora, RPM Racing, tienen solucionado el asunto de atraer a la ciudad a atletas de mayor renombre. El dinero destinado a contratación no sobrepasa los 100.000 euros, y en esas condiciones garantizar una marca de nivel mundial es imposible. Hace un mes, la keniana Florence Kiplagat estableció un nuevo récord del mundo de medio maratón (y también al paso de los 20 kilómetros) precisamente en Barcelona, en una conjunción de astros que propició la presencia de la estrella africana en la prueba.

En la carrera de ayer, todo se conjuró en contra de una buena marca, empezando por el fuerte calor y el viento en contra que sopló con fuerza a mitad de carrera, en el paso por la Meridiana. Pero, sobre todo, jugó en contra de un registro importante la ausencia de atletas consagrados. En el 2010, el keniano Jackson Kotut ganó con 2.07.30 (entonces récord en territorio español), y un año después su compatriota Matebo Levi Omar acabó en un segundo más.

DEL PUEBLO DE BIKILA / El vencedor de ayer fue el etíope Getachew Abayu, un prometedor fondista de 23 años nacido en Jato, el mismo pueblo que el mítico Abebe Bikila, bicampeón olímpico (1960 y 1964) ya fallecido.  Abayu rebajó en más de dos minutos su mejor marca (2.13.04) para dejarla en 2.10.45, suficiente para dejar atrás a tres kenianos -Thomas Kiplagat Rono, segundo con 2.12.13; Boaz Kiprono, tercero con 2.12.45; y Dickson Kimeli, cuarto con 2.13.14-, pero insuficiente para acercarse a los 2.07.14 con los que el keniano Felix Kipkemoi ganó el pasado mes de noviembre en Valencia el maratón más rápido corrido en España hasta ahora.

Y en mujeres, el triunfo también fue africano, con la veterana keniana de 35 años Frashiah Nyambura, que también rebajó su mejor marca (2.33.31) para dejarla en 2.32.27. Registros, los que dieron la victoria ayer, discretos, que la organización deberá intentar mejorar con el nuevo acuerdo que espera sellar con el ayuntamiento.