SALA MARTÍN LE HA AYUDADO EN EL TRASLADO

De BCN a Nueva York

El último vuelo 8 Guardiola, mira de reojo a su amigo Estiarte y a Xavi, ayer, a su llegada a Madrid horas antes de afrontar la final.

El último vuelo 8 Guardiola, mira de reojo a su amigo Estiarte y a Xavi, ayer, a su llegada a Madrid horas antes de afrontar la final.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ganduxer, demasiado cerca de todo y de todos. Santpedor, más de lo mismo. Sant Vicenç de Montal, ya no existe, nos vendimos la casa. Londres, buen sitio para el inglés, para que Marius, Maria, la que más quiere aprender, dicen, y la pequeña Valentina se atrevan con la lengua. Pero Londres es fútbol, es Chelsea, es prensa curiosa y ruidosa. Más de lo mismo. No. ¿Catar? Catar está bien para ser embajador de su Mundial y, quién sabe, si, algún día, seleccionador. También para recomendarle al buen amigo Raúl que fiche por el Al Sadd y, por supuesto, para volver a disfrutar de ese campo de golf nocturno, con focos, donde le espera su profesor americano. Pero no, Catar no es un lugar para que viva la familia.

I love NY. La ciudad global. Ahí pasa desapercibido hasta Woody Allen. Nadie asociará a Pep Guardiola a los Yankees o a los Mets (béisbol), a los Rangers (hockey hielo), ni mucho menos a los Knicks, los Nets (NBA) o los Giants y Jets (fútbol americano) y ya no digamos a los Red Bulls NY, que juegan asoccerno a fútbol. Una ciudad tan cosmopolita tiene Liceo Francés, un lugar ideal para que estudie la prole. Tan perfecto que, si es necesario (y lo será), es posible trasladar las matrículas a París (dicen que tras la Eurocopa, Francia se lanzará a por él) o Londres (Chelsea). Nueva York tiene, en efecto, todo lo que Guardiola y su compañera Cristina necesitan para seguir disfrutando de la vida.

Cruzar el océano significa mucho. Matricular a los niños suena a provocación mental, a blindarse ante cualquier tentación cuando, dentro de unos meses, lleguen las ofertas.«No, no podemos irnos, lo siento, los niños tienen que acabar el curso». ¿Verdad? Dicen que cuando hace diez días vieron al economista Xavier Sala Martín abandonar el piso de Guardiola, todo fueron sospechas. De traición. Ya ha vuelto a los brazos de Jan Laporta. Y, no. El profesor invitado de la Universidad de Columbia (NY) estaba ayudando a la familia delmister a matricular a sus hijos en el Liceo Francés de NY.

Alejarse los máximo posible

Ahora encaja todo.«Me veréis poco el pelo por aquí», proclamó no hace mucho. Normal si estaba pensando en NY. Desde allí deberá reinventarse sus relaciones. Con su amigo Andoni Zubizarreta, con su discípulo Tito Vilanova (su móvil estadounidense estará todo el día disponible para su amigo, como estuvo el de Tito cuando lo necesitó aquel día en El Sadar), con Manel Estiarte, de quien se dijo que, tal vez, le acompañaría a NY, pero no. Y todo, todo, sin soltar el cordón umbilical que le liga, casi paternalmente, a su protector Evarist Murtra, en el que se junta todo: familia, fútbol, Barça, entorno, Catalunya.

Guardiola se va, sí, se aleja, deja el fútbol. Y eso que Sandro Rosell le diopermisopara que, si lo sentía, entrenase a otro equipo.«Todos lo entenderemos, sin fútbol te vas a volver loco», le dijo el presidente la noche que cenaron en su casa el 1 de marzo último. Se va.

Y lloverán las ofertas

Y no se lo cree ni la BBC, que ayer colgó este titularPep Guardiola waiting for club to "seduce" him. Pep Guardiola espera un club que le seduzca. Y es que resulta difícil de creer que NY seduzca más que el Barça.

Una cosa está clara, las señoras de Barcelona y la gentechic,cool, encontrará a faltar a Cris en la tienda de la calle de Provença de Serra Claret. Sus atinadas recomendaciones hacían que las chicas lucieran más graciosas. Puede que arrancar a su chica de ese local taninhaya sido otro de los dolores delmister. Como no llegar a Múnich. O descartar a sietecracksen cada partido.