Y refuerzo a Luis Enrique

Xavi Pascual (balonmano), Ricard Muñoz (hockey patines) y Andoni Zubizarreta (fútbol), con el presidente Bartomeu.

Xavi Pascual (balonmano), Ricard Muñoz (hockey patines) y Andoni Zubizarreta (fútbol), con el presidente Bartomeu. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Más expuesto que los demás técnicos de la casa, pero también por haber sido el último en llegar, Luis Enrique es el único entrenador de las secciones profesionales a quien no se le renueva el contrato. Tampoco es necesario ni urgente: firmó el pasado verano y dura hasta el 2016. Pero eso no significa que no cuente con el respaldo de la directiva. Y ante las dudas que pudieran haber surgido por el juego o los resultados del equipo, Bartomeu decidió refrendar a Luis Enrique. Con palabras, no con dinero ni años de contrato.

No ha tenido tiempo de ganar ningún trofeo, todavía, así que no hay motivos para restarle crédito. Aún está intacto. Tres derrotas y dos empates en 23 partidos oficiales es un balance que entra dentro de los márgenes habituales en comparación con años anteriores. «La ilusión y la confianza» que desprende Luis Enrique en su trabajo es la misma ilusión y confianza que tiene el club en que el técnico «saque adelante el proyecto» de ganar alguno de los tres títulos tras la temporada de sequía anterior con Tata Martino. La ausencia de títulos forzó la rescisión del contrato con el técnico argentino, un supuesto que podría repetirse según cómo vayan las cosas. No se intuye semejante desenlace en la sala de juntas.

Año complejo, año difícil

«Vemos cómo trabaja Luis Enrique y es una persona que se merece esta confianza», explicó Bartomeu en un pasaje de su breve discurso navideño ante los medios de comunicación. «No os podéis quejar de las noticias que os ha dado el club», dijo con más amargura que ironía. El presidente del Barça se estrenaba en la cita (el año pasado brindó por las fiestas y el futuro Sandro Rosell días antes de dimitir) y ese breve recuerdo le invitó a calificar el 2014 de «año complejo». «Han sucedido muchísimas cosas», comentó. No las enumeró, a excepción del referendo por el que se aprobó la remodelación integral del Camp Nou. Pocas habían sido positivas.

Del año complejo se pasará a un año «muy difícil». «El 2015 será muy trascendente: habrá muchas cosas por decidir y nos esperan meses de mucha emoción», anunció el presidente azulgrana, que, indefectiblemente, irá ligada al devenir del equipo de fútbol. Las decisiones tendrán que ver con todos los sectores. El Espai Barça es uno de ellos. Se elegirán a los arquitectos que ejecutarán el macroproyecto, que acabará en el 2021 con el reestreno del Camp Nou y que empezará en el 2015 por las primeras obras en el futuro Miniestadi, que se erigirá en Sant Joan Despí.

Bartomeu, al que apenas acompañaron 4 de los 17 directivos de la junta, reforzó a Luis Enrique y subrayó también otro compromiso en tela de juicio. «Seguimos trabajando para erradicar la violencia y quiero repetirlo mucho para que nadie piense que bajamos la guardia; aquí nadie la baja y si hay que levantarla más, la levantaremos», enfatizó el dirigente azulgrana. Bartomeu también suscribió el compromiso de la transparencia prometiendo que darían «la máxima información» al socio.