El Barça luce su caja

Javier Faus lució con esmero  los números del Barça de la temporada 2013-14. El vicepresidente económico azulgrana confirmó ayer unos beneficios de 41 millones de euros, después de impuestos, y unos ingresos de 530 millones, los más altos de su historia (es la primera vez que se superan los 500 millones). La deuda se ha reducido en 44 millones y queda fijada en 287 millones.

«El beneficio de la pasada temporada ha sido el segundo más alto de la historia», destacó Faus. Beneficios que se reducirían a 15 millones de euros si el Barça hubiera ganado tan solo dos partidos más (el último de  Liga ante el Atlético en el Camp Nou y la final de la Copa del Rey en Mestalla) y no hubiese incluido el traspaso de Cesc Fàbregas. De hecho, son las ventas del centrocampista de Arenys de Mar al Chelsea, de Thiago Alcántara al Bayern de Múnich y de Toni Sanabria al Sassuolo italiano (el de Alexis al Liverpool no se incluyó en el balance) las que han permitido ese récord de ingresos. Sin esas transacciones, los ingresos se habría mantenido prácticamente idénticos a los de las últimas dos temporadas, donde los beneficios (29 en el 2012 y 32 en el 2013) se correspondían prácticamente con los 30 millones anuales que aporta Qatar Airways.

LA MISMA DEUDA QUE EN EL 2009 / Después de rebajar en 44 millones la mochila de la deuda, esta ha vuelto al mismo nivel que estaba tras la temporada gloriosa del 2009 (288). Cabe recordar que al año siguiente, mientras que el balance económico de la junta saliente presentado por Xavier Sala i Martín dio unos beneficios de 11 millones de euros, la auditoría de Deloitte solicitada por la directiva de Rosell interpretaba unas pérdidas de 79,6 millones de euros, básicamente por diferencias de criterio sobre el valor del patrimonio inmobiliario y provisionamiento de fondos para litigios varios.

La provisiones en el ámbito legal son, precisamente, uno de los puntos destacados en la partida de gastos del último balance. «Hemos tenido que invertir más en defender nuestros intereses», explicó Faus. Además de los 13,5 millones de euros que el club ya ha depositado en Hacienda para cubrirse las espaldas en el caso Neymar, se han provisionado 8,8 millones para los costos extras que pueden surgir en este contencioso. También se ha previsto otro millón más para el conflicto de la fachada de La Masia que le enfrenta con la empresa MCM, que reclama al club nada menos que 100 millones en concepto de daños y perjuicios por incumplimiento de contrato.

Sin salir de los juzgados, en relación a la discrepancias de Messi con Hacienda, Faus aseguró que el Barça ayudará en todo lo que pueda al delantero argentino. «El presidente ya les ha dicho al jugador y a su padre que tiene al club a su entera disposición para lo que sea necesario. ¿Que la imagen del club puede quedar dañada si Messi va a juicio? Eso es secundario, lo importante es el jugador y nos tiene a su lado». Las renovaciones de Messi, Piqué e Iniesta son algunos de las gastos no contemplados en el presupuesto de la pasada temporada.

CONQUISTA DE OTROS MERCADOS / Messi, como no podía ser de otra forma tratándose del mejor jugador del mundo, es uno de los ejes en el plan de expansión comercial del club. El vicepresidente azulgrana destacó la proyección de la marca global del Barça y señaló que esperan que Neymar (con la colaboración de su padre) y Leo ayuden a la entidad a implantarse en mercados como Brasil y Rusia, respectivamente. «Iremos de la mano de Messi para atacar ese mercado, que ahora está en una situación política complicada», destacó sobre la implantación en Rusia. Las Champions del 2009 y 2011 han permitido atraer a un buen número de patrocinadores en los últimos años. «Somos mucho más fuertes y ahora estamos más presentes en todo el mundo que hace cuatro años».

Como el vicepresidente barcelonista recordó durante la comparecencia, la gran preocupación del club es cumplir con el apartado 67 de los nuevos estatutos, que fija la necesidad de déficit cero. El objetivo de la directiva es rebajar hasta 200 millones la deuda antes de poder acometer el proyecto Espai Barça para remodelar el Camp Nou, cuyas obras tendrían que empezar en el 2017, un año después de que termine el mandato de la junta actual.